Qué buen ratito el que pasamos anoche en mi cantina. Pasadas las 10 de la noche aparecieron mis amigos Juan Ramón Tosco e Iván Cacú, murgueros y carnavaleros como los que más y que cuando se juntan es que están tramando algo bueno. Enorme fue el detallazo que se marcaron al traerme un CD con la canción que Cacú y su orquesta han preparado para esta edición de la fiesta: "Creo en ti". Pegadiza y carnavalera, no sé si llegará a ser Canción del Carnaval para la organización pero ya les garantizo que lo será en mi cantina... sin duda.

Escuchando su canción, nos sentamos a echarnos unas garbanzas de las de mi madre y charlamos sobre aquellos años en los que elegíamos Canción del Carnaval, que era oficial y que sonaba en escenarios, emisoras de radio, carrozas y coches engalanados. Algo más que hemos perdido de aquellas fiestas de mediados los 80 que tanto añoramos. Les comenté que precisamente en días pasados leí una entrevista que le hacían a la alcaldesa Patricia en la que abogaba por un reconocimiento oficial a los artífices del boom que vivió nuestra fiesta, algo en lo que no puedo estar más de acuerdo con la regidora socialista. En sus manos está el que le dé al pueblo de Santa Cruz la posibilidad de agradecer a Juan Viñas y a Manuel Hermoso, el hecho de haber convertido nuestras entrañables Fiestas de Invierno en uno de los mejores carnavales del mundo. Y no es que se pueda decir que son los "inventores" o "descubridores" de las carnestolendas, no en vano las primeras celebraciones en Santa Cruz datan del siglo XVIII, pero sí se puede decir que son los precursores del Carnaval como lo entendemos hoy en día.

En ellos pienso cada vez que un cliente de mi cantina me pregunta que hacia dónde creo que va nuestro Carnaval... quién lo sabe. Lo que creo es que en cualquier baile de Carnaval, mientras suene el "Creo en ti" de Cacú o cualquier otra canción, siempre será buen momento para cerrar los ojos, echar la vista atrás y rendir nuestro pequeño tributo a dos amantes de la fiesta que un buen día, quizás sin quererlo, se convirtieron en los padres del nuevo Carnaval.