Santiago Martín, uno de los feriantes habituales del Carnaval, asegura que los quioscos que aparecen sobre estas líneas se instalaron el Sábado de Piñata, cuando se celebró el concierto de Juan Luis Guerra el pasado febrero en La Alameda y, según su versión, no figuraban en la subasta que convocó Fiestas, por lo que no pudo optar a su explotación.