Después de diez años en activo, Desbocados, la murga que dirige Juani Padilla en la Cuesta de Piedra, no tiene en cartel (aún) de un premio, pero puede presumir de un privilegio ganado desde la entrega desinteresada: su nombre cuelga del aula 7 de la escuela que pusieron en marcha hace ya un curso en Gambia, de la mano de Solidarios Canarios.

La colaboración entre Desbocados y la referida ONG comenzó en la celebración en la plaza de la Paz de la victoria del Tenerife ante el Madrid en el último partido de liga en 1992. Ahí se conocieron Carlos Sánchez Felipe -más conocido como Chema- y el propio Juani Padilla. Los dos alimentaron su amistad en el Frente Blanquiazul. Con el paso de los años, Chema y su esposa, padres de un niño biológico, adoptaron a un pequeño en Etiopía y pusieron en marcha una ONG (Solidarios Canarios) desde la que poder ayudar a los niños de aquel país.

Ya desde la primera experiencia, Juani se prestó a colaborar y participar en las campañas para enviar materiales. Los primeros Solidarios Canarios intentaron organizar un viaje para ir a Etiopía y el grupo se elevó a 18 personas, de los cuatro pioneros, lo que disparó los costes. Por este motivo, buscaron otro país con el que ayudar que les fuera menos gravoso. Y organizaron también una campaña para la India, pero el objetivo de viajar se le resistía por el alto coste, hasta que encontraron el destino de Gambia.

Desde hace casi cinco años, la murga Desbocados se hizo una dentro de Solidarios, y promovieron desde entonces, como ocurre en la actualidad, que un euro de todas las actividades que se desarrollen se destinen a proyectos de Solidarios Canarios, ya sea con la venta de entradas de sus cenas o de suéters, al margen de que algunos componentes también sean socios. Es más, la propia murga apadrina un niño en Gambia, Bubba. "Si hubiera nacido en Tenerife, habría nacido en la Cuesta de Piedra, donde ensaya Desbocados", comenta con humor Chema, porque dice que el pequeño es fiel reflejo del ambiente que se respira en el local.

La murga y la ONG costearon la construcción de una escuela en el pueblo de Jalo-Kolo, que abrió sus puertas en septiembre pasado. En la actualidad, está formada por cuatro aulas, y en los próximos días se pondrán en marcha otras tres, cuenta Chema. "Ellos hacen las cosas no por postureos ni para quedar bien? Son cosas hechas con el corazón", comenta.

En estos cinco años de colaboración con la puesta en marcha de la escuela, el propio director de la murga Desbocados ha viajado dos veces a Gambia. Chema cuenta que, en una de los viajes de Juani, "estábamos trabajando para poner en marcha la escuela y sonó el pasacalle en un altavoz que llevábamos? Y se lió". Así nació en Gambia la murga infantil Desbocaditos, a la que le regalaron sus sudaderas y le enseñaron el pasacalles.

Juani Padilla afirma que "nos involucramos a fondo con el proyecto. Ir allí te resetea la vida y hueles felicidad. Recuperas valores de hace 30 años. Recibes muchísimo más de lo que das", afirma con anhelo de volver en breve.

La noche del pasado viernes, Solidarios Canarios les preparó una sorpresa al llevar al local de Desbocados al director de la escuela de Gambia, que atiende a 130 niños y en breve aumentará a 200. Al primer ensayo acudió Bembo, en la primera vez que salía de Gambia. Como ellos dicen: "los sueños están para cumplirlos". Fue un momento de emoción, porque Desbocados conoció al director de la escuela que han puesto en marcha, uno de los proyectos que prevén desarrollar entre los que incluyen un consultorio médico y una asociación para el desarrollo e integración de la mujer, a lo que se suma la contratación del personal, programas que se coordinan desde Solidarios Canarios. Una satisfacción que no da ni el primer premio de una final de murgas.