La pelea por el quinto escaño de Nueva Canarias (NC) en el Parlamento regional se mantiene. La tormenta política provocada por la crisis en el Cabildo de Fuerteventura ya pasó, al menos en teoría, y Asamblea Municipales de Fuerteventura (AMF) consiguió su objetivo de colocar de presidente a uno de sus consejeros, Sergio Lloret. Sin embargo, la consejera y también diputada autonómica, Sandra Domínguez, mantiene su escaño en la Cámara pese a que el compromiso al menos verbal con NC era que, una vez conformado el nuevo grupo de gobierno en la Corporación majorera, ella renunciaría a su asiento en el Parlamento y que volviera la normalidad a los grupos que respaldan al Ejecutivo de Ángel Víctor Torres.

NC no esconde su contrariedad porque la dirigente majorera no tenga visos por ahora de cumplir su compromiso. La formación nacionalista mantiene con firmeza que el escaño es suyo porque así se firmó cuando NC y AMF llegaron al acuerdo electoral de concurrir juntos en la isla majorera en las elecciones autonómicas y municipales de 2019.

Otra cuestión que destaca NC es que en las conversaciones para que Alejandro Jorge, el representante de los nacionalistas en el Cabildo de Fuerteventura, renunciase a ser candidatable a la presidencia para dejar el paso libre a Lloret, tenía a cambio que Domínguez renunciaría al escaño en la Cámara. Este acuerdo provocó tensiones internas en NC porque las presiones sobre Jorge resultaron efectivas, ya que pasó a la oposición y no se postuló a la presidencia del Cabildo, pero terminó dimitiendo como presidente de NC en Fuerteventura. De esta forma, la formación que dirige Román Rodríguez termina la crisis doblemente malparada: de tener la vicepresidencia primera del Cabildo majorero pasa a la oposición tras romper con la formación con la que se presentó a las elecciones y se queda sin líder en la isla, lo que le obliga a tener que reorganizarse de nuevo en un feudo que disputa directamente con CC en el espacio nacionalista.

“En política es esencial cumplir los acuerdos y nosotros hemos cumplido con nuestra parte, ahora lo que esperamos es que Sandra Domínguez cumpla la suya”, advierten desde NC. Los nacionalistas “vamos a seguir reclamando un escaño que nos pertenece y a estas alturas ya tendría que estar en manos de Nueva Canarias”.

Los sucesos políticos acaecidos en Fuerteventura desde que AMF, CC y PP comenzaron a instigar la moción de censura contra el socialista Blas Acosta ha provocado la desconfianza por una y otra parte. Ni NC se fía ya de Domínguez ni ésta de los nacionalistas. Por lo pronto el escaño está en los no adscritos con escasas opciones de maniobra en el Parlamento tanto en emolumentos como en derecho a formular preguntas al Gobierno y en formar parte de comisiones parlamentarias. Una vez pasada la tormenta política majorera y el debate sobre el estado de la nacionalidad, NC espera una vez más rescatar su quinto escaño y poner en el mismo a una persona de su confianza y, de esta forma, que el cuatripartito refuerce su mayoría que ahora mantiene ajustada a los 36 diputados por la fuga de Domínguez.

Incógnita

Lo que haga a partir de ahora la diputada majorera sigue siendo una incógnita. Recientemente Sandra Domínguez dejó la presidencia de su partido, AMF, y ha comentado que por el momento no hay cambios en la posición que mantiene con su papel de diputada y ahora de consejera de gobierno en el Cabildo majorero. En su momento la negativa de NC a dejar el Cabildo de Fuerteventura para posibilitar que AMF presidiera la corporación fue el detonante final que decidió a Domínguez a dejar el grupo de NC, a espaldas de esta formación según cuentan sus dirigentes. Su voto no inclina la balanza a la oposición en la Cámara pero sí puede poner en apuros a la mayoría del Ejecutivo si uno o dos parlamentarios no acuden a las votaciones por cualquier circunstancia. La formación que preside Román Rodríguez insiste en que el escaño es de NC y no de AMF tal y como se pactó para ir juntos a las elecciones autonómicas de mayo de 2019. La cúpula de NC exige el escaño a Domínguez porque el segundo de la lista sí es un miembro de la formación nacionalista, en este caso Manuel Ramírez, pero a día de hoy sigue siendo poco probable que la parlamentaria majorera abandone la Cámara.

Fuentes de NC apuntan su desconfianza: “Si realmente tuviera intención de cumplir con el acuerdo ya hubiese renunciado al escaño porque con la situación en la que se encuentra Fuerteventura hay que dedicarle el cien por cien del tiempo, mientras que en el Parlamento poco margen de maniobra tiene al ser una diputada no adscrita”. De hecho NC demandó que las actuaciones se hicieran al mismo tiempo, es decir, a la vez que Alejandro Jorge renunciara a ser candidato a la presidencia para dar paso a Lloret, Sandra Domínguez renunciaría a la Cámara.

La formación nacionalista vuelve a dar un paso atrás en su intento por conquistar nuevos espacios políticos fuera de Gran Canaria, la isla fortín y por la que tiene cuatro diputados en el Parlamento, la presidencia del Cabildo y presencia en varios ayuntamientos con alcaldías o cuotas de poder en los gobiernos locales.

La estrategia en las citas electorales ha sido ir ganando adeptos en las islas para formar comités locales y ejecutivas insulares, a la vez que sumar fuerzas políticas locales para acuerdos electorales. Así pasó en anteriores convocatorias electorales y también en las de 2019. En la legislatura 2015-2019 además de los cuatro diputados por Gran Canaria tuvo en su grupo a la exalcaldesa de Yaiza, Gladys Acuña, que cuando finalizó la legislatura concurrió por Coalición Canaria aunque finalmente fue apartada de las listas por la Junta Electoral por su condena por el caso Stratus.

El hecho es que los intentos de NC por restarle espacio político a CC hasta el momento han resultados infructuosos en la mayoría de los casos. El último ejemplo es el de Fuerteventura donde ahora CC vuelve a gobernar en el Cabildo majorero y NC ha pasado a la oposición y todavía no está todo dicho en otros ayuntamientos de la isla donde pueden cambiar las mayorías en los próximos meses.

El efecto político que puede tener el cambio de gobierno insular en la isla majorera se dirime entre los tres principales partidos de las islas, es decir, PSOE, CC y PP. En este tablero político el margen de actuación de NC es escaso, por lo que la dirección de la formación tendrá que retomar sus esfuerzos de cara a las elecciones de 2023 para recuperar espacio político. El trampolín que le supone su presencia destacada en el Gobierno canario con la Vicepresidencia es el principal acicate para recuperar lo perdido.