El director del Observatorio de la Inmigración de Tenerife (OBITen), Vicente Zapata, tilda de “grave error” el modelo de macrocampamentos de migrantes impulsado por el Gobierno central para acoger a los más de 7.000 migrantes que aún quedan en las islas y aboga por un nuevo modelo de acogida “sin imposición ni improvisación”. “El modelo no es adecuado; tener a 2.400 personas en un espacio provisional y con carencias no es nada positivo para nadie, ni para los alojados ni para los vecinos”, detalla en referencia al campamento de Las Raíces.

Zapata sostiene que los hoteles tampoco eran adecuados y reclama trabajar en instalaciones más pequeñas, con menos usuarios y más insertadas en la trama urbana, donde la población local no vea la afluencia de migrantes “como una amenaza”. Así, detalla que las reacciones contrarias de algunos vecinos próximos a los macrocampamentos o a los hoteles es “hasta cierto punto lógica” porque ven “como se genera un espacio nuevo” en su barrio y para un uso “que no estaba previsto”. Advierte de que la sociedad canaria está al “filo de la navaja” y muchas personas “se pueden decantar” hacia una actitud negativa con los migrantes o positiva, con ganas de ayudar y luchar por su integración. “Llevarles ropa está bien, hay que hacerlo, pero hay que organizar actividades conjuntas con la ciudadanía”, indica.

Zapata entiende que haya “muchas tensiones” dentro de los campamentos, porque los migrantes llevan muchos meses en Canarias “contra su voluntad” y con su proyecto migratorio truncado, sin poder trabajar ni enviar dinero a sus familias. “Toca asumir que somos territorio fronterizo y de tránsito migratorio; hay que asumirlo tras tres décadas, la evidencia está ahí, tenemos que estar preparados para un fenómeno que se puede reproducir”, comenta.