La desgracia de la migración volvió a azotar anoche a Lanzarote. Como ya ocurriera en 2009 o en 2019, una patera volcó anoche en la entrada al puerto de Órzola que al cierre de esta edición se había saldado con cuatro fallecidos, al menos tres desaparecidos y 27 supervivientes rescatados, todos ellos varones de origen magrebí. Los ocupantes afirmaron que en la embarcación también había mujeres y niños.

Los propios vecinos de la localidad costera del norte de Lanzarote fueron quienes se lanzaron al mar para rescatar a los ocupantes de la barca. A esa misma hora, sobre las siete y media de la tarde, efectivos de Emerlan arribaban al muelle desde La Graciosa, adonde habían ido a rescatar a los 32 menores de edad que habían llegado por la mañana a la playa de Las Conchas.

Al lugar se desplazaron agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Haría, así como una embarcación y un helicóptero de Salvamento Marítimo, que bajo la noche trataban de buscar a los desaparecidos entre las rocas.

“Ha sido la mala suerte y el pánico lo que ha causado la situación, porque el mar no estaba malo”, declaró desde el mismo muelle de Órzola el gerente del Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote, Enrique Espinosa, quien añadió que los cuerpos de los fallecidos “estaban en la punta de la escollera del muelle”.

Este es el tercer vuelco de una patera que se produce en la Isla en 11 años. En 2009 murieron 21 migrantes y el año pasado otros 9.

Las labores de Salvamento Marítimo alcanzaron también ayer al otra extremo Archipiélago. El organismo tuvo que recurrir a varios veleros que participaban en la regata trasatlántica ARC para rescatar una patera con cuatro adultos y tres menores a bordo que había sido avistada a 190 kilómetros al suroeste de El Hierro, que fue localizada anoche. La barca fue trasladada a la isla del meridiano. Además de esta, Salvamento rescató ayer a 353 personas en trece embarcaciones.