Otros 15 días más. De forma un tanto agónica, el Gobierno logró ayer prorrogar el estado de alarma (178 votos a favor, 75 en contra y 97 abstenciones) pero ve cómo sus apoyos parlamentarios frente al coronavirus van menguando semana a semana. Tras una negociación contra el reloj, que se extendió hasta primera hora de la mañana, poco antes de que comenzase el debate en el Congreso, Pedro Sánchez logró el respaldo del PNV , Cs, CC y NC aceptando sus reivindicaciones. El presidente se comprometió ante los nacionalistas vascos a coordinarse con las comunidades autónomas en la desescalada. A los liberales, Sánchez ofreció reuniones semanales, así como estudiar que los ertes y las ayudas sociales aprobadas se desvinculen de las sucesivas prórrogas, si es que las hay, para que no decaigan cuando el paraguas del estado de alarma ya no exista.

Ambas eran peticiones que también enarbolaba Pablo Casado, pero el PP no ha apoyado esta vez, a diferencia de lo que había hecho en plenos anteriores. Los populares se han abstenido, sin llegar a cumplir su amenaza de votar en contra, algo que sí han hecho Vox, ERC y JxCat, entre otros. Aun así, el discurso de Casado fue muy crítico, acusando a Sánchez de "mentir" y caer en el "absolutismo", compitiendo en dureza con Santiago Abascal.

El líder del PP cruzó sus ataques a Sánchez con los reproches a las formaciones que desactivaron su pretensión de arrinconar al Ejecutivo, para lo que se dejaron tentar por "prebendas de última hora". El jefe del Gobierno "está más cómodo con el cesarismo del plan A" que con la búsqueda de alternativas, insistió Casado. La cobertura jurídica de la pandemia ha derivado en "una dictadura constitucional", dictaminó el líder popular el mismo día que el Tribunal de garantías comenzó a examinar los recursos de Vox y el PP contra el estado de alarma. "España no puede seguir viviendo en la excepción constitucional ilimitadamente", añadió. Casado, que anticipó la posibilidad de que ante una nueva solicitud de prórroga su partido ingrese en el frente del "no", defiende otro ritmo de salida de la pandemia que agilice la recuperación de la pandemia, pese a que incluso los responsables de territorios emblemáticos para el PP, como la comunidad de Madrid, asumían ayer la dificultad de incorporarse a la fase 1 de desescalada, que comienza el lunes próximo. "El caos es usted", acusó Casado a Sánchez, quien gestiona la crisis "mintiendo", "manipulando" y "malversando", con una "imprevisión dolosa" y una "incompetencia culposa".

En el sector del "no" a la prórroga se agruparon ayer formaciones dispares. Vox, la de mayor peso parlamentario de todas ellas, abrió nuevas expectativas con la amenaza de su líder, Santiago Abascal, de presentar una moción de censura si el PP no asume "esa responsabilidad". El objetivo de la ultraderecha sería conseguir un gobierno de concentración, que "lógicamente" no podría encabezar un socialista, hasta la primavera próxima, el momento en que podría haber de nuevo elecciones. Tras dar el paso de la abstención al rechazo, ERC afeó al Gobierno que recurra a Ciudadanos para sustituir los apoyos de uno de los socios de investidura. Un reproche que puede cerrar puertas a alianzas futuras.

El líder de Vox llegó a comparar las muertes por el covid-19 con la matanza de Paracuellos, durante la Guerra Civil, y anunció manifestaciones en coche contra el Gobierno.Sánchez esperaba esta actitud de la formación ultra, pero no del PP, según dijo. "Partidos políticos que aspiran a gobernar España y que en una situación como esta se abstienen, es como si votaran que no", señaló.

Las críticas a la unilateralidad del Ejecutivo se habían extendido por todo el arco político. No solo entre la oposición. También en las comunidades gobernadas por el PSOE, que llevan semanas criticando en privado que Sánchez apenas consulta. Esa actitud va a cambiar, al menos en teoría, porque el PSOE y Unidas Podemos apoyarán una enmienda del PNV que obliga a diseñar las medidas de relajación con los territorios. Sánchez habló de trabajar con "corresponsabilidad, codecisión y cogobernanza" en esta nueva etapa. "Lo vamos a hacer -dijo-. Vamos a transitar con esos atributos".

"El Gobierno podrá acordar conjuntamente con cada comunidad autónoma la modificación, ampliación o restricción de las unidades de actuación y las limitaciones respecto a la libertad de circulación de las personas, de las medidas de contención y de las de aseguramiento de bienes, servicios, transportes y abastecimientos con el fin de adaptarlas mejor a la evolución de la emergencia sanitaria en cada comunidad autónoma", señala el texto de los nacionalistas vascos, aprobado con los votos de socialistas y morados.