La crónica de una dura tarde por las malas condiciones para volar que produjo el viento y la calima comienzan sobre las tres y media cuando la visibilidad empieza a disminuir de forma considerable. De 900 metros pasa a 800 media hora después. Y de ahí a 500 y bajando. La calima es de tal intensidad que el aeropuerto queda inoperativo, cerrado al tráfico. No se admiten operaciones de llegada ni de salida. Canarias es el punto más contaminado del planeta. Comienza el trabajo de los controladores del Control Aéreo de Canarias y de la torre de control del aeródromo para reorganizar el tráfico con destino a Gran Canaria. En el aire, más de una decena de aviones se encuentran en las proximidades de las Islas. Más allá, sobre Europa y la Península, vuela otra veintena de aparatos con turistas que esperan ansiosos unas vacaciones.

En el vídeo pueden escucharse los comentarios del pasaje y el autor del vídeo. "Más despacio, por favor", o "ya se llega a ver la pista", cuando prácticamente las ruedas han tocado suelo muestran la inusual situación en la que sen encontraban los pasajeros. "Dicen que nos aproximamos, pero no se ve nada", se escucha al comienzo del vídeo cuando apenas se dislumbra una parte del ala en la imagen.

Aena mantiene la decisión de cerrar el aeropuerto por seguridad. Lo hace también en parte por los vientos en cizalladura, con cambios de dirección y de velocidad, que dificultan las maniobras de aterrizaje.

El aviso de Eurocontrol se confirma y a las 18.45 horas se limitan las operaciones de llegada en los dos aeródromos tinerfeños, dejando únicamente tomar tierra a aquellos vuelos nacionales e internacionales que se encuentran en el aire, dejando por otro lado que la operatividad en las rutas insulares continúen con normalidad.