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El presidente Torres medita el relevo de la consejera de Economía y Empleo

El jefe del Ejecutivo sabe que Olivera es una garantía, pero se resiste a perderlo en el papel transversal que ahora ocupa Si el recambio es un hombre, el Gobierno dejará de tener mayoría de mujeres

Desde que se conoció la marcha de Carolina Darias al Gobierno de España, casi todas las miradas de los socialistas canarios se dirigieron al actual viceconsejero de la Presidencia, Antonio Olivera. El relevo sería rápido por su conocimiento del Ejecutivo, pero abre algunas fisuras en la estructura que el presidente canario, Ángel Víctor Torres, preparó para afrontar sus cuatro años al frente del Archipiélago. Olivera ya está en el Consejo de Gobierno a pesar de ostentar un cargo en el segundo nivel. El jefe del Ejecutivo no quiere perder peso en el órgano decisorio y, además, la labor que desarrolla es transversal, lo que le permite tener perfecto conocimiento de lo que se cocina en todas las consejerías. Algo que puede carecer de importancia en un Gobierno monocolor la tiene en gran medida en uno con cuatro partidos.

El político tinerfeño está al cabo también de toda la información sobre el presupuesto regional. Es NC, a través de su presidente, Román Rodríguez, el que controla la Consejería de Hacienda. Torres vive más tranquilo con el viceconsejero de la Presidencia observando todos los movimientos que se producen en la calle Tomás Miller de la capital grancanaria. Otra duda para Torres es la de mantener el equilibrio de género. El actual es el primer Ejecutivo autonómico con más mujeres que hombres (seis consejeras y cuatro consejeros, más el presidente). Al menos lo era antes de la salida de Darias. Optar por otro para llenar el hueco cambiaría la proporción.

Lo que menos parece preocupar es la cuestión territorial. Si bien no faltaron voces en el PSOE de Gran Canaria reclamando desde el primer momento que sea alguien de esta isla quien sustituya a Darias, Torres no ve mayor problema en convencerles de que dejen paso a otras toda vez que han conseguido sentar en el Consejo de Ministros a una de las suyas.

El presidente desea cerrar la minicrisis con rapidez, ya que, además de devolver al Ejecutivo su funcionamiento normal, deja el terreno libre de especulaciones, que pueden acabar por erosionar la cordialidad en la formación.

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