Franquis abrió ayer el proceso para lograr un gran pacto sobre vivienda, pero los focos de la noticia se recolocaron también al referirse a la empresa pública Visocan y los desahucios en viviendas de promoción pública como las 378 de Añaza por no poder pagarse las mensualidades. Según anunció, en dos semanas pretende renovar el consejo de administración de la compañía y remarcó también que le había remitido una carta al aún gerente para que bloquee toda posibilidad de desahuciar a los afectados del barrio santacrucero, pero también a los de otros casos en La Laguna o el resto del Archipiélago.

Al referirse a esto, Franquis fue, incluso, más contundente y sobrio en sus declaraciones. Con voz baja pero muy segura y semblante sin atisbos de titubeos, dejó caer que habrá una renovación a fondo en el consejo de administración y que tampoco tiene mucho recorrido la presencia del gerente, al menos por cómo se refirió a la carta que le ha remitido. Insistió en que el Ejecutivo "no permitirá que haya un desahucio en viviendas de Visocan en esta legislatura" y admitió que existe un especial problema con esto en Tenerife. E el caso de Añaza, el gobierno anterior compro las casas pero muchas familias no pueden asumir el alquiler. Según dijo, hay casos de verdadera "desesperación".

El consejero explicó también que, junto al Consistorio capitalino, se han puesto en contacto con los vecinos de este barrio y les han intentado tranquilizar subrayando que el Ejecutivo no permitirá, en ningún caso, que se queden sin sus viviendas. Asimismo, admitió que tenía previsto afrontar la renovación de Visocan antes, pero lo retrasó su infarto.