Las opiniones y reseñas que los usuarios dejan en diferentes plataformas, como Google, ayudan a que otras personas conozcan restaurante y bares de todas las clases y colores. A veces estas reseñas ayudan a promocionar un lugar concreto y a que más clientes se acerquen a probar. Otras veces sirve para lo contrario, para que nadie quiera visitar el sitio. Esto es lo que ha ocurrido con el dueño del negocio Casa Regional de Castilla la Mancha en Getafe (Madrid).

El restaurante parece que no ha cumplido con las expectativas de varios clientes, por lo que el gerente se ha dedicado a contestar borde a todas ellas. Por ejemplo, un cliente escribía “No se te ocurra tener que ir al baño… la puerta corredera del servicio de las chicas totalmente descolgada, tienes que arrastrarla y aún así se queda abierta”. El dueño contesta “Pues vete a Madrid y paga 500 euros ya verás que bien te tratan, no vuelvas”. 

En otra intervención un cliente se queja del estado del mobiliario del interior. ¿La respuesta del gerente? “Cómpranos muebles :)”. Por último, en una crítica de un grupo que “no les gustó nada”. El dueño contestó “Llorando estamos”. Este tipo de respuestas no creemos que le vengan muy bien a su negocio, o quizá sí, de personas que quieran conocer a tal personaje.