Girona-Canarias (segundo asalto): ¡Prohibido perder!

Prohibido perder. Cosechar hoy una segunda derrota en la pista del Fontajau condenaría al Isla de Tenerife Socas Canarias a protagonizar el más difícil todavía, porque sumar tres victorias consecutivas para alcanzar las semifinales de los “play-off” de ascenso a la Liga ACB sería una auténtica hazaña.
Alejandro Martínez e Israel Martín tuvieron tiempo ayer para visionar el partido del viernes y mostrar a los jugadores los errores, algunos de bulto –se registraron tres pérdidas en otros tantos ataques consecutivos que permitieron el despegue del conjunto local– que llevaron a la inesperada derrota. Y es preciso matizar lo de inesperada ya que los aurinegros tenían hasta entonces bien controlado los distintos aspectos técnicos del encuentro, como fueron el rebote, la defensa y la efectividad cara a la cesta catalana. Y todo ello sin que el director del juego Albert Sabat mostrara su mejor imagen, superado por el serio y agresivo trabajo de los bases locales.
Pero esa concentración no fue la constante de la segunda mitad, lo que unido a la agresividad del Girona atrás –dieron leña con la permisividad de los árbitros– llevó a la derrota canarista.

Lección aprendida.- El partido de esta tarde irá por otros derroteros. En los jugadores aurinegros la derrota del viernes les dejó mal y existe la conjura para saltar al parquet con una mentalidad más fuerte a la hora de hacer bien los deberes defensivos y ser el Canarias de toda la vida –defensa y contraataque– que permitan ganar el encuentro y nivelar la eliminatoria.

Diez partidos sin perder.- El equipo que entrena Ricard Casas mantiene en su feudo una racha para enmarcar: diez triunfos. Para encontrar en la FEB la última derrota en la Fontajau hay que remontarse al 23 de diciembre, cuando su vecino el Lleida le sorprendió.
Las ausencias notables de David Navarro y Darryl Middelton han sido muy bien “camufladas” y el juego y la intensidad del Girona no solo no ha bajado sino que le llevó a conquistar la cuarta posición.
El momento dulce que vive el experimentado base Nacho Ordín; el descaro y buenas maneras de Pep Ortega en la “pintura”, unido a la sangre fría que siempre saca a relucir el norteamericano Levi Rost –sin olvidar al croata Mateo Kedzo–, hacen peligroso a un equipo sin profundidad de banquillo. Seguro que la tranquilidad que representa tener el 1-0 en su casillero hará que el Girona asuma la cita de hoy con relativa comodidad.
Habrá que esperar a ver si en esta ocasión los árbitros Gabriel Carpallo y Juanfra Rodríguez serán más firmes que los que pitaron el viernes.
Eso, o que los aurinegros utilicen las mismas armas. Es lo que se llama “morir matando”.