La previa en el periódico «La Voz de Galicia»
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El Obradoiro roza la permanencia
Esta noche tiene la primera oportunidad de sellar la continuidad en la Liga Endesa, si gana en Tenerife
El Obradoiro está a un paso de sellar la permanencia en la Liga Endesa después de que el Estudiantes cayese ante el Murcia (67-82) en el partido que abrió la antepenúltima jornada de la Liga Endesa. Será precisamente el colectivo santiagués el que la cierre esta noche, a las 21.45 horas, en el Pabellón Santiago Martín frente al Tenerife. Si gana, podrá disfrutar de los dos choques que restan con la tranquilidad del deber cumplido. De lo contrario, deberá esperar a sumar un triunfo más o que el conjunto madrileño pierda uno de sus dos partidos, el domingo ante el Barça o la semana siguiente en San Sebastián contra el Gipuzkoa Basket.
Mientras el Estudiantes y el Murcia libraban su batalla, el Obradoiro se ejercitaba en el recinto insular. Antes de que acabase la sesión, el equipo conoció el desenlace que más deseaba. En cualquier caso, Moncho Fernández advierte de que el planteamiento es el mismo: «Seguimos centrados en lo nuestro, en tratar de ganar, lo que cambia es que puede darnos la permanencia».
Repite convocatoria
Vuelve a confiar en los mismos doce jugadores que inscribió en el acta el sábado, ante el Bilbao. En consecuencia, no se vestirán de corto el alero Adam Waczynski ni los pívots Jesús Chagoyen y Artem Pustovyi.
El Alquimista de Pontepedriña espera un partido muy táctico, porque el rival sabe manejar con criterio múltiples variantes defensivas y, en ataque, reúne calidad y versatilidad. Buena parte de las opciones santiaguesas pasarán por la capacidad para leer el juego y las trampas que irá planteando el adversario.
Quizás el mayor problema al que se enfrenta el Obradoiro esta noche sea la irregularidad que caracteriza al rival. El Tenerife, acostumbrado a hacer un fortín de su feudo, lleva esta temporada un balance de siete partidos ganados y ocho perdidos en su casa. Pero entre los que cayeron en las islas figuran el Real Madrid y el Baskonia. A veces el vaivén se muestra dentro del mismo partido. Sin ir más lejos, la pasada jornada, en Murcia, llegó a enjugar una diferencia de diecisiete puntos y se le escapó la contienda en las dos últimas posesiones.
Asimismo, se encontrará con un rival con todos los jugadores disponibles excepto Saúl Blanco, si bien hay varios que vienen arrastrando mermas físicas. Salva Arco, con una dolencia en el tendón de Aquiles, ha tenido que levantar el pie del acelerador en los entrenamientos. Jones lleva varias semanas con molestias lumbares, aunque su rendimiento no parece resentirse. También jugarán Richotti y Davin White, con problemas en las cervicales y en una rodilla, respectivamente.
Vuelve Sekulic
Por contra, todo apunta a que reaparecerá uno de los puntales del equipo, Blagota Sekulic, que se ha recuperado del percance muscular sufrido en el sóleo.
La plantilla canaria se ha conjurado para tratar de acabar con buen pie en su pabellón, en los dos partidos que disputa esta semana. Además, todavía tiene opciones de entrar en puestos de play off, y espera apurarlas al máximo.
Txus Vidorreta pide a sus jugadores que «trabajen a tope, con el máximo respeto, porque el Obra es un muy buen equipo y viene muy reforzado». Prevé que deberán tener especial cuidado con el tiro exterior compostelano.
El técnico local quiere ver a su plantel como ante el Sevilla y el Murcia, «con toda la energía, la confianza y el optimismo». Subraya que ese es el camino para llegar al final con opciones.
EL PERISCOPIO
En el buen camino hacia la quinta conquista
Falta el último esfuerzo para que el Obradoiro selle con éxito su quinta campaña consecutiva en la ACB, una conquista que cobraría doble valor teniendo en cuenta que, de las dieciocho plazas que disfrutan de presencia en la Liga Endesa, solo Manresa tiene menos población que Compostela. Y cada año el club arranca su viaje en el tren de los presupuestos en el vagón de cola, el de los más austeros.
De momento, lo que ha conseguido, en términos tenísticos, son tres bolas de partido, un botín impensable hace un mes después de caer por un punto en la visita al Estudiantes. La primera, esta noche, ante el Tenerife.
Desde aquel encuentro en Madrid, y como tantas otras veces, el Obradoiro ha hecho suyo el lema de las misiones lunares del Apolo: ad astra per aspera, hacia las estrellas por el camino más difícil, con mucho esfuerzo. Porque en aquella cita se dio el resultado más complicado de pronosticar, la derrota por un punto que le permitió salvar el basketaverage. Y el pasado fin de semana, en un segundo, por duplicado, vivió con el aliento de la alegría en un mejilla y el de la agonía en la otra. Y acabó disfrutando por partida doble, porque ganó en la prórroga al Bilbao, porque al día siguiente el Estudiantes cedió ante el Gran Canaria en un duelo que también pudo caer para cualquier lado.
El sufrimiento de esta temporada está siendo de tal calibre que, al echar la vista atrás, la primera participación en una Copa del Rey parece ya un episodio de otra campaña.
Pase lo que pase en las tres jornadas que restan, lo más importante siempre es tomar nota para calibrar en su justa medida lo que cuesta competir en la élite, y para calibrar también en su justa medida el incalculable valor de una afición que no ha dejado de remar a la par que el equipo, pese a que por el camino llegó a firmar un balance de dos victorias en veinte jornadas. Y que dio un paso al frente en el momento más delicado.