La presencia de la bacteria Clostridium perfringens en el agua potable del municipio de Granadilla de Abona en mayor cantidad de lo permitido en la normativa vigente en materia sanitaria es la causante de la prohibición del consumo del liquido, que no es apto ni para beber ni tampoco para cocinar desde el pasado jueves.

Los núcleos de Chimiche, Las Vegas, Las Rosas, La Higuera, Los Blanquitos, Cruz de las Ánimas y El Desierto, así como la mayor parte del casco urbano, son los núcleos en los cuales se ha registrado la incidencia y afectando a unos 10.000 vecinos de dicho municipio sureño.

La presencia de la bacteria fue detectada en una analítica de control el pasado miércoles y el jueves se hizo un nuevo muestreo, que confirmaba que los valores de Clostridium perfringens eran superiores a los permitidos, según han asegurado a EL DÍA fuentes de la empresa adjudicataria del servicio, Entemanser.

Señalaron que la bacteria "venía en tal cantidad que el cloro no fue capaz de eliminarla, por lo que una vez tuvimos conocimiento del problema comenzamos a desarrollar los trabajos de limpieza de los depósitos. Además, se informó a Sanidad de la situación".

"Las analíticas durante estos días han continuado y estamos a la espera de que la microbiología confirme que el agua vuelve de nuevo a ser apta para el consumo, que podría ser entre el lunes y el martes", explicaron las fuentes consultadas.

Sin embargo, reconocen que el levantamiento de la prohibición no le corresponde a Entemanser sino a Sanidad, una vez compruebe que la analítica presente los parámetros normalizados.

Cuba de reparto

La situación preocupa a la concesionaria del servicio en Granadilla de Abona y ya baraja la posibilidad de que a partir de mañana se envíe una cuba con agua potable a las zonas más alejadas del municipio para minimizar las molestias a los vecinos.

La anomalía detectada en el agua de consumo y la prohibición para que la misma "sea utilizada para beber o preparar alimentos se la hemos comunicado a la población por megafonía", se resaltó desde el Ayuntamiento de Granadilla de Abona.

Fuentes municipales explicaron que "al parecer la contaminación viene por el agua del Canal del Sur, que al entrar a los depósitos ha provocado los problemas que han derivado en las prohibiciones" en 8 barrios granadilleros.

"Una vez conocidos los hechos nos hemos puesto en contacto con la concesionaria del servicio y le hemos solicitado un informe exhaustivo de las causas del problemas, así como de las medidas que ha aplicado", comentaron las fuentes oficiales.

Por su parte, José Antonio González Cejas, concejal de la oposición en el Ayuntamiento granadillero, indicó que "queremos que este problema se analice con luz y taquígrafo. Para ello, exigiremos un pleno extraordinario para que el gobierno local nos informe de todo lo que ha sucedido".

El edil puso de relieve que "además somos conscientes de que la población no ha estado correctamente informada, algo intolerable en una situación de este tipo al ponerse en peligro la salud de miles de personas".

Los vecinos

Los residentes en la zona de medianía de Granadilla de Abona se mostraron ayer muy indignados por cómo el gobierno local ha tratado el problema derivado del agua. "La alcaldesa y la concejal de Sanidad deben dimitir por no informar como se debe en este asunto", relató Pedro Cruz, presidente de la asociación de vecinos Enrique Sáenz Marrero. Así, dijo que "la megafonía no es suficiente porque nadie se enteró".

El gobierno local "informa bien de sus fandangos con todos los medios que tiene a su alcance, por lo que no se entiende que para un asunto tan serio no haya hecho lo mismo. Tengo claro que el tripartito no puede jugar con la salud de las personas y animales, así que no descarto interponer una denuncia en los juzgados por las formas de actuar", aseveró enfadado el dirigente vecinal.

El ex edil Marcos Pimienta comentó que el tripartito "debió de repartir octavillas por las zonas afectadas y ahora lo que tiene que hacer es gastarse el dinero para repartir agua potable, ya que muchos vecinos no tendrán dinero para comprar agua embotellada".

"Las restricciones que tiene el agua me entere hoy a mediodía (por ayer) por un vecino que me lo dijo. Pero la noche del viernes bebí agua del grifo y al rato sentí molestias en el estómago", relató Eduardo Ramos. Este vecino cree que el único responsable de lo que le sucedió "es el ayuntamiento por no informar, pero bien se preocupa el grupo de gobierno cuando les interesa que algo de lo que ellos hacen se conozca".

José Antonio Hernández indicó que "tengo la costumbre de mezclar el agua del grifo con la embotellada. Ahora tendré que organizarme de otra manera y avisar a mi madre y hermana para que no beban y cocinen con el agua de la llave, pues aquí no ha llegado ningún tipo de información y menos municipal".