Mientras que las recomendaciones de la Organización para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas (FAO) estiman que un 30% del consumo de cualquier territorio debería proceder de la producción local, en estos momentos las Islas apenas alcanzan un índice del 9%, por lo cual el presidente de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganadores (Asaga) de Canarias, Henry Sicilia, apela a que se activen los mecanismos necesarios para conseguir incrementar esa cuota hasta el 50% en el Archipiélago.

De hecho, aunque recalca que "en este asunto intervienen múltiples factores no sólo relacionados con la disposición de terrenos sino también con la puesta en marcha de infraestructuras", se declara optimista y argumenta que "contando con la voluntad por parte de la Administración y si nosotros nos pusieramos a trabajar en ello, podríamos conseguirlo en un plazo de cuatro o cinco años". Es más, matiza que "en situaciones de crisis como la que estamos viviendo ahora, aún el plazo podría ser menor, porque hay mucha gente apostando por la agricultura".

Al respecto, sostiene que "estoy seguro de que tenemos capacidad para que la mitad de lo que consuminos en Canarias sean productos de la tierra". En esta línea, puntualiza que "ya tenemos lo básico para producir, que son los terrenos", de los que "hoy por hoy hay muchos en situación de abandono", refiriéndose de manera especial a las zonas de medianías de Tenerife, que "durante mucho tiempo fueron la despensa de la Isla", apostilla.

Sicilia comenta que "como en la actualidad dependemos completamente de lo que venga de fuera, si en islas como Lanzarote se cerraran las fronteras, en dos días se empezarían a complicar las cosas, porque no hay alimento suficiente para abastecer a todos sus habitantes, mientras que en las que más autonomía tienen como Tenerife, únicamente podríamos aguantar una semana". De este modo, todo apunta hacia el camino de reforzar el nivel de autoconsumo.

No obstante, matiza que "las posibilidades de poder volver a poner en explotación todas estas fincas ociosas son muy relativas, porque dependen de múltiples cuestiones y, sobre todo, de un elemento fundamental como es el agua, que ha sido siempre uno de los factores que han condicionado al sector primario de Canarias".

Sicilia asevera que "si lo que queremos es implantar una agricultura profesional no podemos estar supeditados como antaño a la climatología". Por tanto, sentencia que "al margen del gran potencial que tienen estas zonas, hay que dotarlas de unas infraestructuras hidraúlicas adecuadas que aporten cantidad y calidad de agua a unos precios razonables o si no, únicamente podríamos aspirar a la típica agricultura de subsistencia en la que la gente plantaba una huertita de papas".

El presidente de Asaga en las Islas lamenta el alto coste del agua para el sector agrícola. Así, explica que "muchas veces nos resulta inasumible comprar agua de calidad para nuestros cultivos", a pesar de que reconoce que en un lugar donde este bien es tan escaso "no podemos competir ni económicamente ni moralmente con el abastecimiento urbano porque siempre el consumo humano tendrá prioridad". Sin embargo, afirma que "probablemente hay ayuntamientos en Tenerife que estén dandole agua a la población que algunos agricultores no se la echarían a las plataneras por los altos nieveles de flúor, etcétera".

Ante este panorama, Sicilia contempla como una de las principales alternativas "la reutilización de aguas depuradas regeneradas". Sobre este apartado, indica que "se trata de una posibilidad que en Canarias aún está por desarrollar. No en vano en Tenerife es la isla donde más se emplea este recurso y todavía no llegamos ni al 5%".

Por último, especifica que "se están dando pasos en este tipo de proyectos y se está trabajando en filtros para mejorar la calidad del agua", pero considera que "lo que no tiene mucho sentido es que no se apueste más por la desalación que por el agua depurada, cuando es cuatro veces más económico que desalar agua de mar".