Unos ratones fueron el punto de partida. Envejecían prematuramente, pero al reprogramar las células a uno de ellos, éste recuperó la vitalidad, a diferencia del otro. Con esa evidencia y tras cinco años de investigación los equipos de Juan Carlos Izpisúa, del doctor Pedro Gillén y la Universidad Católica de Murcia, han descubierto cómo engañar a la proteína wint4, que activa la reparación celular cuando hay una lesión muscular. El hallazgo ha demostrado en ratones que se acorta a la mitad el tiempo de recuperación de lesiones musculares, y no solo de las que sufren los deportistas. El próximo reto es estudiar el avance en regeneración de tejido muscular con ensayos clínicos en humanos.