El incendio que se declaró el lunes por la tarde en el municipio de Castelldefels, en Barcelona, ha sido controlado por los agentes que durante toda esta noche han trabajado para que el fuego no consiguiera avanzar. 17 dotaciones de bomberos de la Generalitat han trabajado sin descanso - además de otras dotaciones - tratando de extinguir el fuego, tarea dificultada por el fuerte viento. Ninguna persona ha tenido que ser desalojada de su vivienda porque las llamas están lejos de las zonas habitadas de la localidad catalana, pero sí se ha recomendado a los vecinos que no salgan de casa. El incendio, que ha dejado sin luz a seis mil abonados, ha arrasado 10 hectáreas de vegetación.