Estuvo 24 años al servicio de la Armada y fue su buque insignia hasta 2013. El portaaviones Príncipe de Asturias ha emprendido hoy su último viaje, el que le lleva al desguace. Conducido por cuatro remolcadores, partía de la misma ría donde fue botado, la de Ferrol. Su última singladura lo llevará hasta Turquía para ser desguazado. Llevaba cinco años atracado, desde que fue retirado del servicio. En septiembre se realizará una subasta benéfica de algunos de los equipos que estaban instalados en su interior.