De la nevera de Carmen tiene que salir comida para cuatro de familia. “Aquí No se tira nada. Lo que sobra para el día siguiente”, explica Carmen, jubilada. A sus 65 años hace más cuentas que nunca. La pensión de 1.000 euros de su marido se estira para ayudar a dos de sus hijos en paro. Y no es la única en su situación. Adela tiene tres hijos sin trabajo que sobreviven con los 700 euros que cobra su marido. Así, siete de cada diez familias andaluzas. Para ellos la pensión de su familia es la única tabla de salvación con la que mantenerse a flote, mientras siga la tormenta de la crisis.