Un bebé de tan solo cinco días, ha sido encontrado en el interior de una bolsa abandonada en una iglesia, en San Sebastián. Varias personas rezaban pero nadie se percató del bulto, excepto un mendigo, quien empezó a remover la bolsa y para su sorpresa, encontró al pequeño en el interior. Rápidamente acudió a la estación de tren próxima a buscar ayuda, allí estaba Iker, un vigilante de seguridad. "No se sabía si estaba muerto, vivo o no sé, hasta que no lo pase a la taquilla y lo pude coger y ya el niño empezó a hacer pucheritos y demás, vi que estaba vivo, tenía buen color, no tenía mucho frío", explica Iker. Los vecinos de la zona no dan crédito a lo sucedido: "Es increíble que estas cosas pasen hoy en día". La madre del pequeño ha sido detenida, dice que abandonó al pequeño porque no podía mantenerlo. Ahora se enfrenta a un delito de ab