Bruselas mira hoy a Grecia, porque el primer ministro deberá convocar elecciones anticipadas si su candidato a jefe de Estado no resulta elegido en la tercera y última votación. Se celebrarían a finales de enero o primeros de febrero. Unas elecciones donde los sondeos pronostican la victoria de la izquierdista Syriza. Los conservadores del primer ministro Antoni Samarás y los socialistas del Pasok tendrían, segun estas encuentas, que desalojar el poder tras cuatro décadas de cómoda alternancia que han rematado en una crisis de la que el país se ve incapaz de salir.