Tras 100 días de marcha, un grupo de discapacitados bolivianos llegaba a La Paz. Allí querían reunirse con el presidente Evo Morales para pedirle el mismo subsidio que otros reciben: una pensión anual. Sin embargo, su deseo se ha visto truncado por un cordón policial que les ha impedido llegar hasta el palacio presidencial.Aunque han conseguido saltar una primera barrera, no han logrado deshacer la segunda.