Fue en septiembre del año pasado cuando el pequeño Theo aterrizó en las vidas de Sara Sálamo e Isco Alarcón. Su primer hijo en común nacía para poner patas arriba el mundo de la pareja. Y ahora, algo más de un año después de aquel acontecimiento familiar, ambos se encuentran inmersos en la recta final del segundo embarazo de la actriz. La actriz canaria, que es una persona muy activa en las redes sociales, comparte con sus más de 800 mil seguidores algunos detalles de su vida privada: la evolución de su barriga, alguna que otra polémica respecto a los ‘haters’ del futbolista o algunas experiencias como madre primeriza –protegiendo la identidad del niño ocultando su rostro en cada imagen que publica-. Ahora ha echado la vista atrás y ha reflexionado sobre cómo vivió un tema del que ya se han pronunciado una gran cantidad de rostros populares: la lactancia materna.

"La lactancia materna. ¡Vaya viaje, eh! Soy intensa en todos los sentidos. Demasiado emocional. Cualquiera que charle conmigo media hora lo puede percibir sin mucho esfuerzo...", comienza la intérprete.

"En julio de 2019 nació mi primer hijo y a pesar de haber jurado y perjurado que no daría la teta... No cumplí con el pronóstico. ¡Qué absorbente! ¡Cuánta entrega! Cuántas lágrimas, cuánto amor... Recuerdo que miraba a mi bebé en esos días que mamaba cada veinte minutos, mañana y noche, y le pedía compasión... '¡No puedo darte más de mi!', le decía", relata la intérprete canaria.

"Compaginarlo con el trabajo fue bastante duro. De hecho volar hasta Sudamérica con un bebé recién nacido para que siguiera con su teta mientras yo rodaba es algo que no olvidaré nunca. O aprovechar 'la hora del bocata' para reencontrarme con mi fiel amigo el sacaleches y pedir neveras allí por donde fuera para poder conservarla hasta que llegara a casa después de jornadas larguísimas", afirma.

"Ocho meses y medio más tarde comenzó el destete. Y lo viví como si fuera un duelo terrible. Llevaba ya un par de meses deseando que fuera el último día y a la vez negándome a que terminara. Estaba exhausta. Así que, por todo esto, pensar que vuelvo a empezar con esta guerra de emociones en un mes y medio me da tanto vértigo como congoja", ha explicado.

Con la misma intensidad que ella misma admite poseer en este mismo texto, Sara ha reconocido que finalmente llevó “como un duelo terrible” el hecho de tener que dejar de darle el pecho a su hijo. “Llevaba ya un par de meses deseando que fuera el último día y a la vez negándome a que terminara”, manifestaba en el texto, donde descubría que había acabado “exhausta” en esta aventura que tendrá que repetir muy pronto con el que será su segundo retoño: “Me da tanto vértigo como congoja. Eso sí, veo esta foto y se me pasa”, finaliza.