Sin perder el norte

"Aquí morirá un peatón": carreras ilegales, falta de aceras y protestas vecinales en el norte de Tenerife

Intentar acceder al casco de La Orotava desde Las Cuevas es una misión muy arriesgada por la falta de aceras

La jungla de asfalto

La jungla de asfalto / Marta Casanova

Marta Casanova

Si Humboldt levantara la cabeza y se acercara al mirador que lleva su nombre en el municipio de La Orotava, probablemente se jugaría la vida. Durante casi 26 años viví muy cerca de allí, en la urbanización Las Cuevas. Un lugar privilegiado por la magnífica vista que desde mi casa podía disfrutar. Aún recuerdo y añoro los atardeceres que teñían de naranja el cielo azul desde ese balcón único del Valle de La Orotava. Han pasado unos cuantos años desde esa etapa, pero hay situaciones que a pesar del tiempo transcurrido parece que siguen prácticamente en el mismo punto en el que las dejé cuando vivía por allí.

Hace unos días me pasaron unos vídeos de unas carreras ilegales que se vienen desarrollando por esa vía de entrada al municipio desde hace bastantes meses. Resulta asombrosa la afición de algunos a jugarse la vida a todo gas de manera temeraria y premeditada poniendo en riesgo la integridad de todo el que se cruza en su camino. Según me cuentan, son carreras que se organizan a través de las redes y que se suceden durante cualquier día de la semana y en cualquier horario. Las continuas denuncias publicadas en los perfiles de la Plataforma Vecinal Humboldt y el eco que estos hechos están teniendo en los medios de comunicación ha provocado que las autoridades locales e insulares se pongan manos a la obra para que la Guardia Civil tome también cartas en el asunto. Ya se ven controles de tráfico que probablemente tendrán su efecto, pero solo a corto plazo y de manera puntual.

La jungla de asfalto

La jungla de asfalto / Plataforma vecinal Humboldt

Según nos cuenta Lucas García, uno de los promotores de esta plataforma, «el tema de las carreras es solo la punta del iceberg de un grave problema de seguridad vial que venimos padeciendo los vecinos desde hace ya muchos años». Lucas me cuenta que estas carreras surgen tras las obras de asfaltado que realizó el Cabildo en el anterior mandato y que dejaron «un circuito» en perfectas condiciones para ese uso. Pero más allá de asfaltar los baches y cubrir los huecos de una de las principales entradas al municipio, quizás la más bonita, lo que realmente requiere esta vía es un acondicionamiento integral que se viene demandando desde hace ya demasiados años.

La odisea de Mario

Intentar acceder al casco de La Orotava desde Las Cuevas, por la zona del Quiquirá y la avenida de las Araucarias, constituye una misión de lo más arriesgada. No existen en muchos tramos ni aceras ni zonas adaptadas para ir a pie. Y peor aún para las personas con algún tipo de discapacidad. Mario sufre una enfermedad degenerativa pero no quiere depender de nadie para ir a la farmacia, a tan solo 420 metros de su casa. Llegar hasta allí supone toda una aventura que comienza desde que las ruedas de su silla pisan la calle. Se dirige en paralelo a los vehículos que por esa zona circulan a bastante velocidad y llega por fin a su destino. El camino de vuelta se le presenta más complicado aún al no atreverse a volver por el mismo sitio con los vehículos en este caso circulando en dirección contraria. Decide entonces cruzar por un paso de peatones sin medidas de reducción de velocidad y cuando llega al otro lado se encuentra con el escalón de una acera sin accesibilidad. Y vuelta a casa.

Cuando yo vivía allí había una completa dependencia al vehículo privado o el transporte público para llegar al casco. Es más, siempre consideré que para el Ayuntamiento de La Orotava, el municipio acababa en la Charca. Han pasado los años y me doy cuenta de que la situación prácticamente sigue siendo la misma. Quienes crecimos allí no pudimos nunca acceder a pie. Era una recomendación de nuestros padres, que se convirtió en prohibición cuando falleció una niña al caer a la Charca al subirse a un muro para permitir el paso de una guagua. Creo que este trágico suceso ocurrió a principios de los noventa y lamentablemente no ha sido el único. Han pasado los años y salvo pequeñas actuaciones, no ha habido una intervención integral que permita dotar a esta zona de una avenida segura para vehículos y peatones como existe en cualquier otro lugar.

No podemos abogar por el fomento de hábitos de vida saludables, como puede ser el gesto de dejar el coche en el garaje, cuando no se ofrecen las mínimas condiciones para hacerlo posible, como en este caso. Si bien la mayoría de los habitantes de esta zona eran antiguamente extranjeros que buscaban en el Valle una jubilación tranquila, hoy Las Cuevas es un núcleo residencial importante donde viven muchas familias que trabajan en el centro o con hijos que acuden a centros escolares del municipio.

Para la plataforma, la respuesta de la administración resulta un tanto contradictoria. «No podemos convertirnos en los hijos de padres desavenidos» nos comenta Lucas al referirse a la responsabilidad competencial que las diferentes administraciones, en este caso Cabildo y Ayuntamiento, tienen en la mejora de esta vía. «Al tratarse de una vía insular, corresponde al Cabildo, pero cuando abarca a la trama urbana, es el Ayuntamiento el competente. Entremedio está el ciudadano que convive con el problema sin ver la solución».

La jungla de asfalto

La jungla de asfalto / Plataforma vecinal Humboldt

Y tenemos el ejemplo claro. «La obra de reasfaltado que realizó el Cabildo hace dos años incluía la eliminación de unos árboles de jardín que no tienen ningún tipo de protección medioambiental, para ensanchar el paso de las personas, pero la portavoz insular de Sí Podemos Canarias en aquella etapa, Maria José Belda, vino aquí poco menos que a paralizar la obra formalizando una denuncia en la que se pedían la imposición de medidas cautelarísimas para no tocar ni un árbol. Finalmente, el juzgado desestimó la denuncia, pero nunca se retomó el proyecto inicial. Es más, decidieron colocar una valla bordeando cada árbol con lo que se hacía más difícil aún transitar. Por supuesto que se debe respetar el medioambiente y la biodiversidad, pero no llegar a estos extremos en los que se antepone a la seguridad de las personas».

Desde la Plataforma ven ahora otra amenaza en forma de moción institucional, aprobada en enero de 2023 por todos los partidos que conforman el Ayuntamiento, en la que piden al Cabildo la realización de un estudio sobre la posibilidad de convertir la vía en un carril único y carril bici. Para la Plataforma, «a la hora de tomar este tipo de decisiones, se debería realizar al menos un proceso de participación ciudadana para que los realmente afectados pudiéramos opinar sobre su conveniencia ya que complicaría en gran medida el tráfico en esta entrada a La Orotava».  

Otra de las vecinas, Eva Marichal, subraya la necesidad de una actuación «urgente antes de que ocurra otra desgracia». Más allá de acometer un gran proyecto que por supuesto es necesario, urge tomar medidas disuasorias para limitar la velocidad porque no podemos seguir esperando. Eva destaca además que «se trata de una vía muy transitada no solo por los vecinos de la zona». «Por aquí pasa muchísima gente a diario tanto de este como de otros municipios colindantes. Es la vía más bonita de entrada a La Orotava y ni siquiera hay un cartel que anuncie la entrada al municipio», detalla Eva Marichal.

Mensaje tranquilizador

El concejal de seguridad del Ayuntamiento de La Orotava, Narciso Pérez, ante el revuelo que ha suscitado el tema en los medios de comunicación y redes sociales, ha realizado unas declaraciones en las que envía un mensaje tranquilizador en tanto en cuanto trabajan con el Cabildo en medidas a corto, medio y largo plazo para dar una solución a este problema. Por una parte, anuncia la instalación de elementos disuasorios para que lo vehículos reduzcan la velocidad mientras que a largo plazo se trabaja en un proyecto ambicioso para trazar un itinerario peatonal que aporte seguridad vial con el mínimo impacto ambiental. Estaremos atentos. La situación del mirador de Humboldt la dejamos para otro día de Sin perder el norte.

«Aquí morirá un peatón. ¡Aceras ya!». Este cartel colocado en el acceso a La Orotava por Las Cuevas es la forma que han elegido los vecinos para exigir medidas urgentes de mejora de la seguridad en esta zona, cuya falta de aceras y zonas para los peatones la convierte en un gran peligro. A esto se suman las carreras ilegales que se organizan en este punto.