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El futbolín sale de los bares para convertirse en deporte

Tenerife reúne, en una competición internacional celebrada en La Orotava, a los mejores jugadores de varios países europeos

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Primer Torneo Internacional de Futbolín de Canarias María Pisaca

La edad de oro del futbolín ha llegado. El juego por excelencia de bares y sótanos particulares al que todo el mundo ha jugado al menos una vez en su vida, busca hoy su lugar como deporte de referencia en gran parte del mundo y Canarias no ha querido quedarse atrás. De ahí que más de un centenar de jugadores de varias nacionalidades –especialmente alemanes– se hayan reunido durante todo este fin de semana en el Liceo Taoro, en La Orotava, para demostrar sus habilidades con las palancas y celebrar su pasión por este deporte con una comunidad afín.

La encargada de atraer esta competición de élite, «sin precedentes en las Islas», ha sido la empresa Tikitakafutbolines que, desde hace varios años, busca promover el futbolín profesional en las Islas. Fue en un viaje a Alemania, antes de que estallara la pandemia de coronavirus, cuando el gerente, Guzmán Hernández, se dio cuenta del alcance profesional que tenía el juego de mesa que le había acompañado gran parte de su infancia y adolescencia. El entusiasmo por lo que vio allí le embriagó y, desde que regresó a la isla Hernández se movilizó para replicar aquellas competiciones de alto nivel en Tenerife. 

«Alemania es la cuna de este deporte», explica Hernández. «Me encontré con un mundo diferente y verlo así me motivó para rescatar el futbolín de ataño», resalta. Solo en Hamburgo, donde se encuentra uno de los centros de práctica de futbolín más grande del mundo, hay registrados unos 1.300 jugadores profesionales. Rikko Tüitjer es el responsable directo de haber creado esa cantera. El alemán no solo es un apasionado del futbolín, también es jugador profesional, y este fin de semana ha sido invitado a Tenerife para organizar todos los torneos a partir de un sistema de emparejamiento suizo que mejora la experiencia del jugador en la competición. 

Con este sistema, a medida que van produciéndose los encuentros, los jugadores –individual o por parejas– van posicionándose en encuentros con oponentes de su mismo nivel. «Así todos pueden jugar varias veces y lo que prima es siempre la diversión», insiste Hernández. Los encuentros de los mejores jugadores de este torneo, que se celebra desde el pasado viernes 26 de agosto hasta hoy, se podrán ver desde el Liceo Taoro pero también a través de la retransmisión en directo en la plataforma Twitch. «Esto es lo más profesional que hemos visto fuera de nuestro entorno», asegura el Tüitjer. 

 La pandemia ha frenado durante dos años la posibilidad de llevar a cabo su proyecto, pero no la clara tendencia del sector hacia la profesionalización. De hecho, en estos últimos años Canarias ha logrado que una treintena de residentes, repartidos a partes iguales entre Tenerife y Gran Canaria, se animen a competir y jugar de una manera más profesional.

Dos ganadores mundiales

Entre los asistentes a este evento se encuentran dos importantes figuras del futbolín internacional, los campeones del mundo, Thomas Haas y Maura Porrman. Ambos han aterrizado en Tenerife desde Alemania, donde hace casi una década comenzaron a interesarse por colar bolas en la portería del contrario con un buen giro de muñecas. «Me acerqué al futbolín como todos, jugando en bares con amigos», explica Porrman. 

Aquellas partidas amistosas pronto le sabrían a poco y tan solo unos meses después comenzaría a entrenar de forma más profesional, a conocer las estrategias y los intringulis de aquel popular juego de mesa. En 2013 encaró su primera competición profesional y se embarcó sin planearlo en una carrera meteórica que le ha llevado varias veces a alzarse como ganadora indiscutible de los campeonatos nacionales e internacionales. Porrman es apasionada, metódica y su juego se caracteriza por un análisis pormenorizado de su oponente. Sin embargo, lo que más le apasiona del deporte es «el sonido de la bola al marcar gol».

Hass, por su parte, descubrió el futbolín en el sótano de su mejor amigo en 2013. «Lo vivíamos, éramos buenos», rememora. Siendo conscientes de su potencial ambos decidieron adentrarse como equipo en el mundo de la competición para darse cuenta, en apenas unos segundos, de que no eran tan buenos jugadores como creían: «perdíamos cada una de las partidas que jugábamos». 

Aprender de los errores

Su juego estaba poco pulido y así se lo hacían llegar sus oponentes. «Me decían que, con solo mirarnos, sabían que éramos novatos», explica. Pero los continuos fallos no le amedrentaron y, de hecho, fueron un aliciente para mejorar su técnica. «La comunidad de futbolín es muy amable, siempre dispuesta a dialogar y a ayudarte», señala. Hass continuó perseverando durante años hasta convertirse en el número uno del mundo. Una década después, ambos han viajado por todo el planeta en busca de contrincantes con los que medirse en un duelo equitativo. Lo que han encontrado son muchas formas distintas de jugar. «En Europa no se juega igual que en Estados Unidos o en China, y entre países de nuestro entorno también hay muchas diferencias en el estilo de juego», explica Porrman. 

Un estilo más «español»

Cuando se trata de definir el juego de los españoles, ambos coinciden en que son mucho más «intuitivos» y «rápidos». «Suelen aprovechar las oportunidades mucho más», relata Haas, que cuenta que en Alemania las tácticas de juego son más cerradas y el juego más meditado. 

Este solo es el primer paso para la profesionalización del futbolín. «Nuestra idea es seguir haciendo competiciones los próximos años y crecer», remarca Hernández, quien ya piensa en un futuro donde el futbolín vuelva a captar la atención de los jóvenes. «Las consolas han ganado mucho terreno y queremos devolver al futbolín el espacio que se merece», insiste. Para ello, Tikitakafutbolines trabaja en atraer a Canarias una «nueva versión del futbolín», más actualizada para que pequeños y mayores puedan volver a disfrutar compitiendo con una actividad sana, que facilita la comunicación y mejora la salud física y psíquica.

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