Transportes Interurbanos de Tenerife (Titsa), empresa del Cabildo, considera la huelga indefinida convocada por los trabajadores de la compañía a partir del 7 de septiembre como una medida «desproporcionada». Lo deja claro a través de un comunicado como respuesta al preaviso presentado por Intersindical Canaria (IC), fuerza mayoritaria en el Comité de Empresa, con 43 de los 71 delegados. La dirección «apuesta por el diálogo como la vía de solución al conflicto con el fin de no perjudicar a los ciudadanos».
Los argumentos planteados por Intersindical Canaria como justificantes de la convocatoria de huelga son, según la visión empresarial, aspectos a negociar «que se deben tratan en las diferentes comisiones internas que se celebran periódicamente y que siempre cuentan con la correspondiente representación sindical».
IC opta por la «no colaboración» hasta recibir una respuesta y no acude a las últimas reuniones
Por este motivo, la dirección de Titsa mantiene su «predisposición absoluta» a que las reclamaciones sindicales se solucionen o aclaren en el ámbito competencial correspondiente». No obstante, la empresa confía en «una solución satisfactoria de la situación» y «lamenta las molestias o incertidumbres que pueda ocasionar entre los usuarios de la guaguas si se hace realidad».
Mantener el empleo
Intersindical Canaria es el sindicato con representación mayoritaria en la compañía pública de transportes. Durante este mes activa el protocolo de «no colaboración» con la dirección a la espera de una respuesta a sus peticiones. Sus delegados, por tanto, no acuden a la convocatoria de las reuniones de la parte empresarial. Esto origina una falta de quórum que evita la opción de llegar a cualquier acuerdo.
IC valora en su preaviso que «se incumple» el convenio colectivo. También plantea la «vulneración de las competencias de la comisión de servicios» y del «acuerdo de ejecución de sentencia sobre las guardias de taller». También denuncia «retrasos injustificados» en la actualización salarial, «actuaciones antisindicales» y «trato discriminatorio» en la imposición de distintas sanciones.
Para evitar la huelga las condiciones son, además de cumplir el convenio «en su integridad», que la empresa acepte la cuantificación y distribución de la masa salarial para que se proceda a su «abono inmediato» y se readmita al personal despedido «sin perjuicio de una sanción distinta» a la extinción contractual.
Titsa asegura asimismo que «a pesar de la complejidad de los últimos años», con la pandemia y otros factores añadidos muy presentes, ha conservado «una línea de trabajo comprometida en la doble vía de garantizar los empleos y en paralelo el mejor servicio de transporte público»
