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Salvan la vida a un peregrino

Dos agentes de la Policía Canaria logran recuperar a un hombre que regresaba en compañía de su esposa de ver a la Virgen de Candelaria cuando sufrió un infarto

Mónica y Marcelo, la pareja de la Policía Canaria que prestó auxilio al hombre que sufrió un infarto. | | E.D.

«Nací en la Policía Autonómica». Así responde Mónica cuando se le pregunta por su permanencia en el cuerpo de seguridad, que formado parte desde la primera promoción. Junto a Marcelo, otro compañero del subgrupo de la unidad policial a la que están asignados, salvaron la vida a un hombre de poco más de sesenta años, que sufrió un infarto la tarde del 15 de agosto, día grande de las fiestas, tras acudir a la llamada de ayuda de su esposa, con la que se había trasladado a ver a la Virgen de Candelaria.

Los actos en honor a la Patrona de Canarias ya habían entrado en su recta final en la Villa Mariana. Por la mañana del día 15 llegó La Guanchería de Los Realejos, luego los 700 atletas que vienen corriendo desde el parque de La Granja para dar paso al desfile de los militares y el inicio de la eucaristía.

Desde las dos de la tarde, cuando ya acababa la procesión de la Virgen de Candelaria alrededor de la plaza, Mónica y Marcelo ya se habían incorporado para realizar sus funciones con la presencia de las principales autoridades de Canarias y, al término, retomaron los controles entre visitantes y vecinos en la avenida de Los Menceyes. Poco después de las siete de la tarde, Mónica atiende el grito de auxilio de una mujer que pedía ayuda para su esposo, que se encontraba indispuesto en la parte de atrás del Centro Comercial Puntalarga, con el agravante de que tenía antecedentes de anginas de pecho.

La esposa de este bombero retirado, de más de sesenta años, había requerido la presencia de efectivos sanitarios, pero el destino hizo que Mónica y Marcelo estuvieran realizando controles en materia de seguridad ciudadana. Nada más advertir la llamada de auxilio, Mónica se trasladó con la mujer en busca del hombre, que estaba de pie, aunque su rostro denunciaba su debilidad; en paralelo, Marcelo acudió con el coche patrulla. Sobre la marcha la agente le pidió a la esposa del bombero que llamara al 1-1-2, dado que tenían registrado su teléfono con la alerta, y que le pasara la llamada para identificarse y seguir instrucciones siempre en coordinación con el propio cuerpo de la Policía Canaria Tabona30.

Por delante, dos cuestiones a esclarecer. La primera, ¿Cuánto tardaba la ambulancia?. Desde el 1-1-2 confirmaron que todavía se encontraba a la altura de Tabaiba y Radazul, por lo que emplazaron a la unidad de la Policía Canaria a proceder al traslado con sus medios. La segunda cuestión, a dónde acudir: ¿Hospital La Candelaria o Centro de Salud de la Villa?

Auxilian al bombero jubilado

Siguiendo las instrucciones del Cecoes, fue trasladado al centro de la Villa. Cuando le advirtieron al hombre que no se preocupara por la alerta acústica fue cuando les explicó que no se preocuparan por eso, porque hasta unos años había sido bombero.

Ya en Urgencias se procedió a estabilizar al paciente, con la atención de Marcelo, que acabó por aparcarle el coche en la que había viajado a ver a la Virgen el matrimonio que se vio sorprendido con este contratiempo de salud.

Cuando ya acababan el servicio y la ofrenda folclórica a la Patrona estaba a punto de finalizar, llega un mensaje para estos agentes: Felicidades por su ejemplar dinamante del SUC Tenerife, pues la persona atendida estaba sufriendo un infarto y de no haber sido por Mónica y Marcelo, habría fallecido con casi total seguridad.

La agente, natural de Santa Cruz de Tenerife y con trece años de servicio en la Policía Canaria, junto a su compañero en el operativo, que llegó al Cuerpo durante la peor incidencia del Covid, celebran esta intervención, y lo comenta ella que viene curtida en incendios como el de Vilaflor, o cuando evacuó a personas en otros fuegos, sin obviar las dos erupciones volcánicas, la primera en El Hierro, y la segunda, en la isla de La Palma. Sin duda, ha sido una «experiencia gratificante».

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