eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

San Miguel de Abona

San Miguel priorizó la seguridad al suspender el festival de reguetón

El Consistorio lamenta las consecuencias de la cancelación de los conciertos pero defiende que la documentación incumplía la ley

24

Suspensión del concierto de reggeaton en San Miguel de Abona Andrés Gutiérrez

El Ayuntamiento de San Miguel de Abona lamenta las consecuencias de la suspensión del Reggeaton Beach Festival Tenerife, previsto en Amarilla Golf, pero defiende que «la documentación presentada por los promotores incumplía la ley». El Consistorio sureño priorizó la seguridad a la hora de tomar la decisión de desautorizar el concierto.

«Lamentamos las consecuencias, pero no debemos obviar y siempre estamos obligados a velar por la seguridad de las personas». Es la versión oficial del Ayuntamiento sanmiguelero. Fuentes del consistorio añaden que «nos hubiera gustado que un evento de esta repercusión se celebrara en el municipio». De hecho, explican, «hasta el último momento se valoró la documentación presentada un día antes por la organización».

Insisten desde la corporación sureña en que estas acreditaciones no cumplían lo establecido en la Ley de Actividades y Espectáculos Públicos de Canarias y, además, no incluían la preceptiva autorización de la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA). Este último es un requisito fundamental, dada la cercanía del recinto al Aeropuerto Tenerife Sur.

La perspectiva municipal visualiza que las 20.000 personas previstas en el festival del paraíso del perreo –como lo llaman los aficionados– en Amarilla Golf casi igualan el número de habitantes de San Miguel, 21.872 a 1 enero 2021. Las fuentes aclaran que «en este escenario se han organizado numerosos festivales anteriormente. El de Bud Bunny, una veintena del Green World, muchos Canarias Baila o, incluso, un año el Arona Summer Festival. Nunca hubo problemas». Pero, valoran, «las dimensiones de este evento eran excesivas». El aforo establecido en los casos enumerados era de una media de 5.000 y 6.000 personas hasta el máximo de 12.000.

La empresa.

La organización destaca en su argumentación «la animadversión» del ayuntamiento hacia el festival. Lo basa en que «ha permitido en varias ocasiones realizar actos multitudinarios sin la correspondiente licencia». Por eso, añaden, «vemos claro que han actuado de mala fe».

Además, los promotores señalan que tres días antes (72 horas), «de manera sorprendente, sin aviso previo ni tiempo para corregir las posibles deficiencias, cerraron el expediente». RBF asegura que la propia organización detectó «irregularidades en la tramitación por parte del ayuntamiento y la Policía Local», por lo que intentaron «iniciar uno nuevo de formas urgente para que en 24 horas pudiéramos obtener la licencia».

La empresa promotora expresa su «absoluto convencimiento» de que la situación se iba a solucionar y habría festival. Les extraña la situación creada y ahondan en la idea: «Hemos realizado más de veinte ediciones de RBF por todo el territorio nacional, con éxito de público y en la relación con las administraciones». Valoran en unos 20 millones de euros la aportación a la economía del municipio y su entorno allá donde se ha celebrado. Manifiestan que «no aceptamos nunca transgresiones de la legislación vigente en cuanto al cumplimiento estricto y riguroso de las normas de seguridad». RBF se reserva el derecho a ejercer acciones, tanto civiles como penales «por los perjuicios causados a la organización del festival y a terceros».

La Policía Local de San Miguel de Abona precinta el recinto del festival

La Policía Local de San Miguel de Abona precinta el recinto del festival El Día

Antecedente.

Hace unos días, el pasado 14 de julio, el Madrid Puro Reggaeton Festival, fue suspendido a 24 horas de su inicio. La licencia que autorizaba los conciertos en el estadio Wanda Metropolitano fue retirada por la Comunidad al considerar que no se cumplían los requisitos de seguridad y documentación, entregada fuera de plazo. Hasta 40.000 entradas habían sido vendidas para ver a Daddy Yankee, Omar Montes y Bad Gyal, entre otros. Además, los escenarios ya estaban montados.

El reembolso, un clamor.

“En los próximos días todos los asistentes recibiréis un email con las indicaciones para solicitar el reembolso íntegro de las entradas y las recargas en las pulseras cashless –recurso inteligente para evitar el uso de dinero en efectivo–. Es el comunicado en redes sociales de RBF, la empresa organizadora del festival de Reguetón previsto en San Miguel. Hay un clamor en este escenario contra la suspensión. Se culpabiliza al Ayuntamiento pero también se reclama la devolución del dinero de las entradas. Más teniendo en cuenta que mucha gente se trasladó hasta el sur de Tenerife desde otras islas como Gran Canaria o, incluso, de la Península.

Del enfado a la reflexión.

Basta reproducir algunas frases y comentarios en las redes sociales para entender el efecto de la suspensión. Desde la frustración del que se queja con un «me parece detestable y lamentable» al que utiliza la ironía: «Gracias a San Miguel por tan mala gestión y por destrozar las ilusiones de muchos jóvenes». Otros defienden la medida al apelar a la garantía de la seguridad y hay quien asegura que al alcalde (Arturo González) «no le gusta el reggaeton». Hay preguntas del tenor «¿Tenerife está preparado para eventos de estas características?» y hasta advertencias: «Luego no se quejen si nadie quiere organizar nada en la Isla».

Compartir el artículo

stats