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El ITER impulsa el supercomputador ‘Anaga’, entre los más potentes del país

Especializado en inteligencia artificial, multiplica por cuatro la capacidad de su antecesor, el ordenador ‘Teide’, en un salto de calidad para crear empresas tecnológicas

Vista general del supercomputador Anaga que el Cabildo de Tenerife, a través del ITER, pone en marcha. E. D.

El Cabildo de Tenerife, a través del Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER), pone en funcionamiento el supercomputador Anaga, uno de los más potentes del país. La infraestructura permitirá a Tenerife dar un salto de calidad en su oferta para la implantación de empresas tecnológicas. Este equipamiento constituye asimismo una pieza fundamental del proyecto ALiX destinado al desarrollo de infraestructuras orientadas a la creación de un tejido industrial en torno a las TIC en la Isla. El nuevo dispositivo complementará y ampliará las prestaciones y la velocidad actuales del Teide HPC, que pasará de tener una capacidad de 260 TFLOP/s a 1000, con lo que multiplica por cuatro su rendimiento.

El consejero insular de Innovación, Enrique Arriaga, resalta que «este supercomputador no solo se pone al servicio de la ciencia y de la investigación, sino que, además, podrá ser utilizado por empresas especializadas que precisen gran almacenamiento de datos y velocidad de análisis». Añade: «El objetivo está puesto en el sector audiovisual y de desarrollo de la inteligencia artificial».

Arriaga explica que el ITER y el propio Cabildo ya mantienen reuniones con universidades, centros de referencia y grandes compañías para que hagan uso de estas instalaciones. El supercomputador es una pieza clave del Plan Director de Innovación, eje vertebrador para crear en la Isla un ecosistema favorable para la implantación y creación de empresas innovadoras. Trabajarán tres líneas fundamentales: el sector audiovisual y de videojuegos, las energías renovables y la tecnología.

La visita oficial

El también vicepresidente primero del Cabildo visitó las instalaciones de este nuevo equipamiento, ubicado en las instalaciones del Centro de Proceso de Datos D-ALiX. Lo hizo junto con la consejera delegada del ITER, Elena Rodríguez; el coordinador del Área de Ingeniería, Jesús Rodríguez Álamo, y el representante de Lenovo, Noam Rosen. En Granadilla de Abona convergen redes de comunicación terrestre y submarina, además de prestarse servicios de alojamiento de equipos TIC a empresas e instituciones canarias, con un alto nivel de disponibilidad y conectividad.

Noam Rosen explica que para Lenovo es una gran oportunidad trabajar mano a mano con el ITER y que hay muchas posibilidades de continuar la colaboración en otros proyectos. Manifiesta al respecto que «son entidades comprometidas con la sostenibilidad, la innovación y la investigación». Subraya que «Lenovo tiene un gran compromiso por impulsar la investigación en diferentes campos y hacer avanzar el camino en el desarrollo de la humanidad».

Jesús Álamo asegura que «hoy (por ayer) se ha dado un paso más en el trabajo que desarrolla el ITER desde hace diez años en supercomputación para apoyar a diferentes centros y empresas que, de otra manera, no tendrían capacidad ni velocidad para trabajar, investigar, almacenar o cruzar datos; esto solo lo encontrarían en lugares remotos y con un coste mucho mayor».

En este caso, detalla Álamo, «se hace una apuesta por una tecnología que usa las tarjetas gráficas de los ordenadores y permite hacer muchos cálculos simultáneos en realidad virtual, realidad aumentada y, sobre todo, inteligencia artificial, lo que hasta ahora no era posible con Teide».

Este tipo de sistemas impulsan una revolución a nivel mundial, como base de la mayor parte de los nuevos desarrollos en inteligencia artificial. Esta capacidad de cómputo permite optimizar otros tipos de computación, en diferentes campos científicos y tiene utilidad directa en el desarrollo de aplicaciones de realidad virtual y aumentada. Un campo de gran potencial con el surgimiento de iniciativas tales como el metaverso.

Detalles técnicos de un ‘monstruo’

El equipamiento consta de 16 nodos y cada uno dispone de 4 tarjetas de GPU (Unidad de procesamiento gráfico), más otro adicional con 8 GPU. A estos se suman 4 de 1 GPU. Todo este conjunto de nodos se interconecta a través de redes de muy alto ancho de banda. Esto permite no sólo cómputos en paralelo, sino la integración total y de alta capacidad con los sistemas de almacenamiento ya disponibles como parte de TeideHPC. El supercomputador se adquirió gracias a la subvención –financia el 85% del coste– del Ministerio de Ciencia e Innovación. La inversión total ronda los 793.427 euros.

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