Los más de 5.500 habitantes de La Guancha ya pueden consumir sin la menor restricción el agua de grifo. Esto confirmó ayer el Ayuntamiento guanchero, una vez que se ha constatado la mejora de los niveles de flúor. Las limitaciones en el uso del agua de abastecimiento público en este municipio han sido permanentes. La última fue el 5 de abril. Ese día, el Consistorio restringió el consumo en todo el municipio y a toda la población por el exceso de flúor, que alcanzó los 4,1 miligramos por litro, cuando el límite recomendado es de 1,5 miligramos por litro. «El agua no es apta para beber, cocinar, ni preparar alimentos en general», informó entonces el Ayuntamiento. Los inconvenientes, 20 días después, se han resuelto completamente.

El alcalde de La Guancha, Antonio Hernández, aseguró a través de un comunicado que se podido resolver el problema «al localizar y solucionar una importante avería en la red de abastecimiento, en concreto en la zona de La Cañada, que provocaba la disminución de los niveles de agua en los depósitos». «Tras resolver la incidencia hace poco más de una semana, hemos podido ir incorporando nuevamente el agua tratada al 100% y de forma progresiva los niveles del fluroruo se han situado por debajo de 1,5 miligramos por litro y, por tanto, se garantiza nuevamente la máxima calidad del agua para su consumo por toda la población», matizó el regidor norteño.

Los permanentes inconvenientes con el flúor en La Guancha tienen que ver con que el Ayuntamiento solo puede adquirir agua de Vergara y el líquido de esta galería es rico en flúor, un elemento químico que es perjudicial en determinadas cantidades para la salud humana. Al superar los niveles permitidos por Sanidad, el agua tiene que pasar primero por una planta desalinizadora –la planta de Cruz de los Tarifes– para ser apta para el consumo humano. La perdida repentina de caudal y los problemas consiguientes hacen que aumente el flúor, por lo que hasta que no se regulan los depósitos no se pueden recuperar los niveles óptimos.

Antonio Hernández aclaró a los vecinos que cuando se adoptan las restricciones «no son decisiones fáciles», pero aclaró que «siempre hemos actuado para garantizar que no falte el agua en ningún domicilio, una difícil situación que ya nos tocó vivir en el anterior mandato y que no queremos que vuelva a pasar ningún vecino». Eso sí, celebró que se haya resuelto el problema y espera que la red siga funcionando con normalidad.