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Cinco millones para paliar la subida de la factura energética en el ciclo del agua en Tenerife

El Cabildo prevé para 2024 la construcción de doce instalaciones de depuración y desalación

Obras de construcción de la estación depuradora de aguas residuales del Polígono Industrial de Güímar. María Pisaca

El ciclo del agua ha experimentado grandes cambios en Tenerife en los últimos años. De los tradicionales pozos y galerías –sin que desaparezca este sistema privado único en el mundo– se ha pasado al desarrollo planificado de desaladoras, para convertir agua salada en dulce, y depuradoras, para aprovechar las aguas residuales. Son procesos mas baratos que los subterráneos, aunque el 84% del agua potable sigue saliendo de las entrañas de la tierra. La regenerada para el riego pasará de un 40% en 2019 al 100% en 2024, un gran incremento en cinco años gracias a la construcción de 12 depuradoras y desaladoras por toda la Isla. Pero tiene un coste. Los gastos energéticos han subido un 40% en el último año. Para afrontarlo, el Cabildo impulsa un plan de choque dotado con cinco millones de euros.

Esta nueva inyección económica la anunció ayer el consejero insular de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático, Javier Rodríguez Medina, en la presentación del balance del área con motivo del Día Mundial del Agua, que se celebra hoy. «Claro que nos afecta la subida», explica, «por su impacto significativo en los consumos eléctricos de las infraestructuras de saneamiento o depuración». Cifra el aumento «en torno al 40%» en el último año. Así, asegura que «se ha pasado de 11 millones de euros en la previsión inicial a 18,9». Por eso, adelanta, «inyectaremos cinco millones de euros extraordinarios para mitigar el incremento de la subida de las tarifas eléctricas en las infraestructuras integradas en el ciclo integral del agua».

Depuradoras y desaladoras.

Rodríguez Medina, junto al gerente del Consejo Insular de Aguas (CIATF), Javier Davara, anunció que hasta 2024 se invertirán en infraestructuras de tratamiento de aguas residuales más de 250 millones de euros. El consejero apunta –«y no es un compromiso sino una realidad»– que en ese horizonte de 2024 la Isla contará con 12 depuradoras y desaladoras finalizadas y en funcionamiento. Cinco ya lo están, otras tantas se encuentran en proceso de construcción y dos en proyecto. «Eso frente a las únicas cuatro que existían en 2019», valora Rodríguez Medina. El Consejo Insular de Aguas tendrá entonces capacidad para tratar el 100% del agua residual generada en la Isla (63 hectómetros cúbicos al año) frente al 40% de 2019 (25). Serán sistemas de depuración y regeneración tanto urbanos como industriales en toda la Isla.

Frente a los vertidos.

«Este equipo de gobierno del Cabildo entiende que no se podía mantener la situación desfavorable de vertidos a lo largo de la costa», explica el consejero. Ha sido la causa de numerosas sanciones de la Unión Europea por no cumplir la normativa. «De ahí la apuesta decidida por la regeneración para transformar ese agua residual en regenerada y aprovechable, por ejemplo, en el sector primario».

El gerente del Consejo Insular de Aguas, Javier Davara, señala, por su parte, que «la capacidad de depuración de la Isla en cinco años pasará a incrementarse en un 150% y se producirá una gran cantidad de agua regenerada que vendrá a cubrir el déficit de los próximos años por la disminución de la producción de las galerías». Entre estos sistemas, ya están finalizadas las ampliaciones de las Estaciones Depuradoras y Regeneradoras de Aguas Residuales Urbanas del Nordeste, Valle de Güímar y Adeje-Arona y las industriales de La Campana y Valle de Güímar. Estas obras han supuesto una inversión superior a los 66 millones de euros.

El 84% del agua potable procede de pozos y galerías; el otro 16% se produce en las desaladoras

En proceso de construcción se encuentran la Estación Depuradora de Santa Cruz (32 millones), la Arona-Este San Miguel (79, incluidos colectores), la de Granadilla (36,9) y la estación y los colectores del Oeste (31,7 millones), además de la depuradora de aguas residuales industriales del Polígono de Granadilla (2 millones de euros). Podrán tratar en total más de 110.000 metros cúbicos de aguas residuales al día. En proyecto figuran la estación y colectores del Valle de La Orotava y los colectores y la instalación de Acentejo; ambos proyectos superarán los 60 millones de euros Por otro lado, el Consejo Insular de Aguas incluirá desde mañana en su página web veinte piezas audiovisuales sobre la gestión del agua en la Isla desde el punto de vista histórico y técnico por el Día Mundial del Agua. Estos vídeos se podrán ver en www.aguastenerife.or.

Casi al 70%.

Las 21 balsas de Tenerife, la segunda de las tres patas del ciclo del agua –junto a la depuración y los pozos y galerías– gozan de buena salud. A día de ayer estaban al 67% de su capacidad. De un total de 5.006.131 metros cúbicos el volumen ocupado era de 3.350.426, cantidad equiparable al agua de 1.340 piscinas olímpicas. Destacan los excelentes datos del Norte, un 59%, con 2.032.705 metros cúbicos sobre 3.434.541 de capacidad. Ello pese a que ahora mismo hay una balsa en proceso de vaciado, la de Benijos, y otra que se está llenando con agua regenerada, la de Valle Molina en Tegueste. El balance del sur, con menor capacidad, también arroja un saldo positivo, con el 84% de llenado. Acumula 1.317.720 metros cúbicos por los 1.571.590 de capacidad.

Pozos y galerías.

La inmensa mayoría del agua de las depuradoras y balsas está destinada al riego y, por lo tanto, a la agricultura. El agua potable sigue extrayéndose como es tradicional de las galerías y los pozos, un mercado privado con un sistema único en el mundo. En concreto, un 84% frente al 16% que procede de las desaladoras. Cabe recordar la porosidad y permeabilidad de los suelos de la Isla por su carácter volcánico. De ahí que gran parte del agua de lluvia se filtre en el subsuelo, donde el ingenio y el esfuerzo de los tinerfeños han conseguido acceder para captar estos caudales subterráneos. El agua de la lluvia y la humedad que se condensa se filtran a través del suelo y llega a los acuíferos en el complejo basal. Estas grandes bolsas subterráneas de agua son la clave para la supervivencia ya que garantizan el suministro de agua a la población. Del total de precipitación, un 54 % vuelve a la atmósfera en forma de evapotranspiración y un 2 % se va al mar como escorrentías superficiales; se infiltra un 44 %, cantidad bastante considerable y muy superior a la de otras islas, como, por ejemplo, Gran Canaria, donde sólo lo hace el 19%. Con datos del Consejo Insular de Aguas de 2020, el 84% del agua que se consume en Tenerife proviene de los más de 2.200 kilómetros perforados entre galerías y pozos. Existen unas once presas en todo el territorio insular aunque con una capacidad residual. La mayor parte del agua potable surge de las 1.527 excavaciones en el subsuelo para su obtención (1.126 galerías y 401 pozos), de las cuales el 40% (478 galerías y 145 pozos) suministran agua. Proporcionan el mencionado 84% del recurso y aportan una media de 141,34 hectómetros cúbicos al año. El 65% de las aguas alumbradas procede de las galerías y el 35% de los pozos. El resto de la potable, el 16%, llega de las desaladoras. Cuatro son las más grandes de la Isla: las de Santa Cruz y Adeje-Arona producen 30.000 metros cúbicos al día cada una, cantidad equiparable al agua de 12 piscinas olímpicas, así como las de Granadilla y Fonsalía, 14.000 metros cúbicos. Existen unas 180 comunidades de aguas en 27 de los 31 municipios de la Isla.

El consejero Rodríguez Medina explica que «en las galerías el coste energético no es excesivo porque la subida del agua desde el nivel freático (el punto de contacto con el acuífero) es básicamente por efecto de la gravedad». Sin embargo, en los pozos hay un coste cada vez más elevado. Rodríguez sentencia: «Históricamente supone hasta el 60% de la factura eléctrica global. Ahora, más aún».

Plan Hidrológico.

El primer Plan Hidrológio Insular de Tenerife data del año 1997. En la actualidad está vigente el denominado Plan de segundo ciclo 2014-2021 y se encuentra en exposición pública el de tercer ciclo, correspondiente al periodo 2021-2027. El Plan Hidrológico Insular analiza el consumo y estudia formas de aumentar la producción de agua. El principal sector de ese consumo es la agricultura, seguido por las necesidades de abastecimiento de la población. La primera estación desaladora comenzó a funcionar en el sur de la Isla en el año 1998. Tenerife también cuenta con plantas de mejora de la calidad de las aguas subterráneas.

Foro de expertos.

El Cabildo, a través de la empresa pública Balsas de Tenerife (Balten), organiza hoy, con motivo del Día Mundial del Agua, una jornada sobre eficiencia energética y digitalización en la gestión del agua. Ocho profesionales del sector debatirán y expondrán estrategias para la optimización y mejora de la eficiencia hidráulica, así como el vínculo existente entre agua y energía. El consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Javier Parrilla, destaca la importancia de esta iniciativa, que pretende concienciar sobre la importancia del agua y de su gestión responsable. El responsable del sector primario recuerda que los costes energéticos de Balten se han multiplicado en los últimos años. De 2,5 millones de euros en 2020 a 5,5 en 2021. Este año, además, la previsión es superar los 6,8 millones, por lo que «hemos decidido asumir los sobrecostes, estimados en 1,3, con recursos propios». Parrilla también valora la inversión de 1,5 millones para proyectos de energías renovables en las propias instalaciones de Balten.

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