Unos 600 grupos sociales han firmado un manifiesto contra «la deshumanización de la banca y la administración pública». Entre ellos cabe destacar a colectivos como la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Fitapa); Fepeco, patronal de la construcción con 48 grupos profesionales adheridos; la Alianza de Vecinos de Tenerife y los sindicatos UGT, CCOO, STAP Y CSIF.
Este documento solicita utilizar el trato personal en los servicios bancarios y en los trámites públicos. Entienden quienes lo rubrican que el uso de las tecnologías digitales debe ser un acto voluntario y no una imposición.
Consideran que «tenemos el derecho de poder escoger, voluntariamente, la forma de relacionarnos con la banca: o digital o el trato humano, que debe ser eficaz, correcto, amable y considerado».
No consienten estas fuentes «que nos impongan la digitalización de los servicios bancarios», porque hacerlo «a personas que no dominan los medios digitales y se ven impotentes y solas, provoca angustia, dolor y sufrimiento».
Lo califican de «una inmoralidad», porque «toda persona tiene derecho a recibir la ayuda necesaria para realizar sus gestiones con la banca o la administración pública».
Critican el desmantelamiento de plantillas porque la banca y la administración pública «deben mantener un número suficiente de empleados que dé calidad al servicio».