El Área de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático, que dirige el consejero socialista Javier Rodríguez Medina, ha otorgado una subvención de 495.000 euros al Ayuntamiento de Buenavista del Norte para la ejecución del proyecto de vaciado del vertedero de la playa de El Fraile, sellado desde 1986. La erosión marino ha hecho que aflore la basura acumulada durante décadas, que se retirará de esta franja costera gracias a una inversión global de 825.000 euros, con una aportación municipal del 40% del coste total, unos 330.000 euros.
Javier Rodríguez Medina subraya que «el Cabildo insular colabora y da un paso al frente con el municipio de Buenavista del Norte para solucionar este problema y conseguir que el ámbito costero no se vea degradado por el afloramiento de residuos del antiguo vertedero de El Fraile, fruto de la importante afección de la erosión marina». El consejero señala que esta ayuda financiera de la Corporación insular al Consistorio buenavistero «supone el 60% del coste de ejecución del proyecto de vaciado y restauración ambiental de toda la zona afectada».
«El Cabildo de Tenerife, la administración pública competente en la gestión de los residuos de ámbito insular, tenía que colaborar y cooperar en este proyecto tan importante para el municipio, la comarca de la Isla Baja y el resto de la isla de Tenerife», resalta el consejero. Javier Rodríguez apunta que los vertidos extraídos en esta intervención se trasladarán al Complejo Ambiental de Tenerife, situado en el municipio sureño de Arico.
Rodríguez Medina añade que el de El Fraile era uno de los muchos vertederos ilegales existentes en Tenerife a comienzo de la década de los 80 del pasado siglo XX. «Entonces la gestión de los residuos era un absoluto despropósito y no respondía a una estrategia global ni a una planificación. Todo era fruto de una improvisación», lamenta el consejero insular. A su juicio, «gracias al gobierno del socialista José Segura Clavell en el Cabildo se instauró una estrategia insular de residuos que incluía una infraestructura de residuos de primer nivel, que es el actual Complejo Ambiental de Tenerife, en Arico, apoyada en otras cuatro plantas de transferencias que están localizadas en diferentes partes de la isla, y que promovió la clausura y sellado de vertederos ilegales como este de Buenavista del Norte».
Este viejo vertedero municipal dejó de usarse en 1985 y se enterró bajo un camino, pero la erosión volvió a sacarlo a la luz en 2016 y, desde entonces, se trabaja en la búsqueda de una solución definitiva. Para el alcalde de Buenavista, Antonio González (SSP), «los errores del pasado acaban hipotecando a las generaciones futuras y este vertedero es un buen ejemplo». Limpiar y recuperar la zona ha sido para su gobierno «un objetivo irrenunciable». La Fundación Telesforo Bravo Juan Coello también ha denunciado la situación y ha recordado que «a pesar de que el vertido cesó hace mucho tiempo, y de que se construyó en 1991 un paseo sobre la basura, el mar lo está socavando. Los residuos quedan al aire y son arrastrados por el mar».
