La Fiscalía malagueña y la acusación particular han pedido el ingreso inmediato en prisión del dueño de la finca donde murió Julen, el niño de dos años que cayó a un pozo en Totalán (Málaga), ya que en 11 meses solo ha pagado 100 euros de la indemnización a la que fue condenado.

El procesado, David Serrano, fue condenado por el Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga a un año de prisión y a indemnizar a cada uno de los padres con 89.529,67 euros y a la Junta de Andalucía por los gastos del rescate del pequeño con 663.982,45 euros.

El juez acordó la suspensión de la pena de prisión pero con una serie de requisitos, como no cometer delitos en dos años y abonar 50 euros a los padres todos los meses hasta que su situación mejorara como pago de la indemnización y comunicar al juzgado con antelación cualquier cambio de domicilio.

Según el escrito de la acusación particular, al que ha tenido acceso Efe, en once meses el acusado ha abonado solo dos mensualidades de 50 euros, "una cuantía mínima que fue aceptada por los padres de Julen como prueba de buena fe", pero "dado el incumplimiento grave y reiterado de una de las condiciones establecidas para la concesión de la suspensión de la condena" ahora piden que se revoque dicho beneficio.

El abogado defensor de David Serrano, Antonio Flores, ha asegurado a Efe que su cliente no tiene trabajo y que por ello no ha pagado, ya que "no tiene ni para comer" y ha lamentado que por unos 400 euros quieran meterlo en prisión.

Además ha recordado que su patrocinado no solo ha pagado cien euros a los padres de Julen, ya que un día antes de la sentencia condenatoria consignó 25.000 euros como compromiso de pago de la indemnización civil a los padres, dinero que le había prestado otro cliente y amigo del bufete que representa al dueño de la finca.

No obstante, fuentes judiciales han explicado a Efe que la razón de ingresar esos 25.000 euros era para conseguir una atenunte (reparación parcial del daño), lo que suponía una reducción cuantiosa en la pena de prisión y le facilitaba no ingresar en prisión.

En la sentencia, dictada el pasado enero, se consideró probado que el acusado "no había señalizado ni advertido de la presencia del pozo" y que tanto la pareja del procesado como los padres de Julen desconocían que estaban preparando la comida a diecisiete metros de distancia de una prospección sin tapar.

El juez mantuvo que David Serrano "a sabiendas de todo ello y de la falta de protección suficiente y adecuada, no adoptó medida alguna para evitar cualquier posible resultado lesivo, poniendo en peligro la vida de los dos menores, su propia hija y Julen, que finalmente cayó" el 13 de enero de 2018.

El pequeño fue rescatado sin vida el 26 de enero y la causa de su muerte fue por la caída al pozo en la que sufrió traumatismo craneoencefálico y raquimedular.