Un hombre de 37 años, conocido como Léster, presuntamente causó heridas de arma blanca de gravedad a su tía, de 67, en el barrio de La Cumbrita, junto al núcleo de Alcalá, en Guía de Isora. La Policía Local logró detener al individuo, que, ante los vecinos aterrorizados por el ataque, justificó la acción en una especie de venganza por lo que la ahora víctima supuestamente hizo pasar a su madre hace muchos años, ya que, según él, “la mató a disgustos”. En base a las fuentes consultadas, Léster sufre problemas de salud mental, ha sido arrestado en diversas ocasiones y ha llegado a ser atendido en la Unidad de Psiquiatría del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria varias veces.

Unos ciudadanos llegaron a increpar al ahora acusado y a reprocharle su comportamiento extremadamente violento con una mujer mayor. La afectada quedó tendida en el suelo, ensangrentada, sobre un paso de peatones en un cruce. Durante más de 10 minutos, en los que se hizo una grabación de la situación, los testigos no salían de su asombro, mientras Léster no paraba de argumentar que su tía “se lo merecía”.

La afectada sufrió heridas de gravedad, aunque, según dijeron ayer fuentes de los cuerpos de seguridad, no se teme por su vida. Personal sanitario de una ambulancia medicalizada trasladó a la víctima a Urgencias del Hospital La Candelaria, ya que, entre otros, presentaba un corte en el cuello. El acusado estaba convencido de que la había matado. La investigación del caso fue asumida por investigadores de la Guardia Civil, tanto del puesto de Guía de Isora como del Equipo Territorial de Policía Judicial con base en Playa de las Américas. En un primer momento, la mujer pedía a los viandantes con voz débil: “ayúdenme, por favor”. Sin embargo, ninguno se acercó, ante las amenazas del sobrino, que portaba un cuchillo en su mano derecha: “Ustedes no se metan, ¡eh!”. El individuo recordó que sus abuelos habían tenido 10 hijos y que su familia iría a por todo aquel que se atreviera a ayudar a la víctima.

Una frase recurrente del implicado fue: “¡Ya estás muerta, ya no hay quien te salve!”. Mientras, los vecinos le gritaban con ira: “¡Eso no se hace!”. Pero Léster seguía justificándose y con más advertencias: “Saco los dos perros que tengo ahí (en un salón) y eres hombre muerto”.

“Mató a mi madre, la mató a disgustos durante diez años; estoy haciendo lo que se merece”, insistía el presunto autor de la agresión, a la vez que añadía que su progenitora “se tuvo que ir de la casa que le dieron mis abuelos”. “Esa no me amarga más la vida a mí; se acabó el problema”, aseguraba el acusado.

Ante el asombro de los presentes, el hombre seguía esperando de pie ante la víctima: “esta no me hace brujería más nunca, ni nada de nada”. Y, con naturalidad se dirigía a quienes, indignados, lo miraban desde la otra acera: “si tú hubieras pasado el infierno que pasamos nosotros ahí encima, lo entenderías”.

“El problema que yo tenía, lo solucioné a mi manera; cada uno se busca la vida y resuelve sus problemas como puede”, explicaba el sobrino de la mujer. “Cuando salga de la cárcel, sigo con mi vida, tranquilo, sin hacer daño a nadie ni meterme con nadie; me busco un trabajo, una pareja y a vivir la vida”, planteó Léster. Mientras, los vecinos esperaban por los servicios de seguridad y emergencias para que arrestaran al autor.

“Ha cumplido su amenaza”

Una de las fuentes consultadas tras el suceso afirmó que el ahora arrestado “ha cumplido su amenaza, lo que hace tiempo decía que iba a hacer”. En varias ocasiones las fuerzas de seguridad han intervenido con el citado hombre, que, al parecer, sufre problemas de salud mental. El Ayuntamiento lamentó los hechos y aclaró que el suceso se encuentra en proceso de investigación por la Guardia Civil. Desde la corporación municipal se muestra “el máximo rechazo a lo acontecido, marcado por unas circunstancias de conflictividad familiar y se comparte la consternación de la población isorana ante lo ocurrido”. “Rechazamos cualquier forma de violencia que se produzca y queremos trasladar nuestro apoyo a la familia y vecinos”, afirmó la alcaldesa, Josefa Mesa. “Estamos muy pendientes de la evolución de la víctima, tras ser trasladada al Hospital Universitario de Nuestra Señora de la Candelaria”, indicó la regidora, que durante años fue concejal y, en el pasado mandato, consejera insular.