Investigadores de la Guardia Civil tratan de localizar el vehículo con el que el autor o autores del ataque a una familia de La Matanza se desplazó a las proximidades de los domicilios de los afectados para dejar la caja que contenía el dispositivo que provocó la pequeña explosión y posterior llamarada, por la que resultaron heridos tres hombres: un padre y sus dos hijos. Uno de estos últimos sufrió lesiones graves en los brazos, la cara y el cuello.

Los ocupantes de dicho turismo actuaron en horas de la madrugada del pasado domingo y en el exterior de la puerta de un garaje de uno de los afectados leves dejaron un saco, en el interior del cual se hallaba la caja metálica que guardaba el dispositivo que causó las lesiones.

Los agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) del Instituto Armado intentan localizar cámaras de videovigilancia que pudieran captar el acceso del automóvil hasta las cercanías de la finca del Camino Andaga. Además, integrantes del citado cuerpo de seguridad continúan con la toma de datos a posibles testigos y víctimas del suceso, para intentar determinar algún posible móvil del ataque.

El saco con la caja permaneció en el mismo sitio varias horas. Durante la mañana nadie lo movió, hasta que la pareja de un afectado leve la retiró hacia un lado para poder sacar un turismo. Pasado el mediodía, uno de los hermanos llamó a sus familiares para decidir qué hacían con la caja, que en el exterior tenía el apellido paterno. Tanto él como su mujer eran partidarios de llamar a los cuerpos de seguridad, pero tanto el afectado más grave como el padre de ambos se mostraron a favor de abrirla para saber qué era, pues no sospechaban de que contuviera un artefacto. Tras romper el candado con una llave, el principal afectado abrió la tapa y se produjo la gran llamarada. En el interior había unas pequeñas bombonas de gas butano. Este dispositivo fue analizado por el Grupo de Desactivación de Explosivos (Gedex). El principal afectado se halla en planta del Hospital Universitario de Canarias. Las quemaduras de segundo grado las sufre en ambos brazos.