A las ocho y veintisiete minutos de la mañana de ayer jueves llegaba a la calle Las Suertes, del barrio terorense de El Palmar, un equipo compuesto por un quincena de efectivos de la Guardia Civil y de la Unidad de Salvamento y Rescate por Tierra Mar y Aire, GIORS Canarias, así como representantes judiciales para ejecutar un rastreo, con la presencia de uno de los arrestados, en un solar contiguo a la vivienda familiar de la también detenida mujer del taxista desaparecido José Delgado.

En el operativo, que se prolongaron hasta poco después del mediodía, intervenían asimismo dos perros rastreadores, pero sin resultados a pesar de los distintos movimientos de tierras que se producían en la parcela mediante una pequeña retroexcavadora municipal.

Este intento por hallar el cuerpo del profesional, de 57 años y en paradero desconocido desde el pasado diciembre, se producía tras un miércoles en el que la Guardia Civil procedía a la detención de su mujer, identificada como Rosi, su hijo, y un hermano de ésta, para acto seguido proceder a la inspección de sendas propiedades, ubicadas en San José del Álamo, residencia del hijastro de Delgado, y otras dos en La Guanchía y también en la que ayer jueves era objeto de la citada investigación.

La reactivación del caso, que ha sido declarado como una "desaparición de alto riesgo" por los cuerpos de seguridad, se produce a raíz del hallazgo por parte de la mujer de un móvil propiedad de Delgado y su entrega a la Guardia Civil durante el confinamiento.

La labores de investigación rompían ayer la tranquilidad de un barrio en el que, según vecinos, "era lo nunca visto", y donde no se ha reportado "nunca un caso similar, salvo algún robo esporádico". La zona en concreto donde se ubica la casa y la calle de Las Suertes, es ya casi un diseminado en el que incluso algunos residentes se enteraban en esos momentos de los pormenores del suceso, especialmente porque José Delgado tenía su residencia en la vivienda de La Guanchía, y no en esa casa de El Palmar.

Eso sí. Los que han tenido al taxista como compañero y amigo halagan su figura por su cortesía, buenas maneras y amabilidad, y de hecho, uno de ellos hablaba ayer en la misma vía en la que da acceso a la vivienda de la familia de su mujer, del dolor y la tristeza que le había causado su desaparición, así como las últimas noticias que está generando la investigación de la Guardia Civil.

Otro de los vecinos consultados esperaba, "muy sinceramente", que no encontraran el cuerpo de Delgado en el solar, "porque eso podría significar que aún estuviera vivo. La esperanza, no lo olvide, es lo último que se pierde y quizá esté en Cuba, como se decía antiguamente".

Y de alguna manera, a medida que transcurrían las horas se hacía patente que el hallazgo no iba a ser fácil, tras el ir y venir de ambos perros rastreadores sin encontrar ninguna pista entre los cañaverales y los árboles frutales del terreno que se encuentra en la parte baja de la vivienda, y las continuas idas y venidas de la retroexcavadora sin resultados aparentes.

Hasta que ya por fin hacia las doce y media de la mañana, la máquina salía de la finca y asismismo los agentes y los numerosos miembros del GIORS, portando palas y material de rescate, también se retiraban de la propiedad, saliendo por último varios agentes de la Guardia Civil escoltando al arrestado, esposado, al que introducían en un vehículo policial.