Miembros de la Policía Nacional detuvieron a un hombre de 31 años de edad y a una mujer de 29 como presuntos autores de la comisión de un delito contra la salud pública por distribución de drogas. Los ahora acusados regentaban un local de consumo de cannabis al que solo pueden acceder los socios. Sin embargo, los agentes detectaron que los implicados vendían marihuana y hachís a cualquier persona que accedía al establecimiento.

En la operación fueron intervenidos tres mil gramos de marihuana, 600 gramos de hachís, 1.500 euros en efectivo, y diversos útiles para su preparación y venta a los clientes, según la información ofrecida ayer por parte de la Comisaría Provincial.

Los hechos sucedieron durante la noche del pasado lunes. Una vez que funcionarios del cuerpo de seguridad tenían constancia de que en el mencionado club cannábico se vendían sustancias estupefacientes, una patrulla de Policía Nacional de la Comisaría del Sur de Tenerife observa que las personas que salen del local habían entrado a comprar marihuana o hachís, no a consumir cánnabis, ya que no son socios.

Ante tal circunstancia, los agentes proceden a entrar y comprobar que se vende droga "de forma indiscriminada".

Ante dichas circunstancias, los dos policías nacionales de la Brigada de Seguridad Ciudadana detienen a las dos personas que regentan el establecimiento e intervienen toda la sustancia estupefaciente que en el mismo había, según conta en las diligencias.

Además, los funcionarios comprobaron que en el establecimiento se vendían bebidas alcohólicas y carecían de distintas licencias administrativas, por lo que fueron propuestos para sanción administrativa, a través de la Policía Local de Arona.

Los detenidos, en unión del atestado realizado, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción que se encuentra en funciones de Guardia en Arona, según la nota de prensa ofrecida ayer por parte del cuerpo de seguridad.