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Medio Ambiente | Día Mundial de los Océanos

Canarias avanza hacia un santuario macaronésico de biodiversidad marina

El Parlamento se suma a la ULPGC, ULL y Loro Parque Fundación para la

creación del área protegida | Esperan sumar a Cabo Verde, Madeira y Azores

El rector de la ULPGC, Lluis Serra (c); el director de la Fundación Loro Parque, Javier Almunia (d); y el director del IUSA, Antonio Fernández (i), la apertura. EFE

Canarias ha dado un paso más en su apoyo para la creación de un santuario de biodiversidad marina en la macaronesia con la aprobación en el Parlamento de Canarias de una declaración institucional de apoyo, coincidiendo con la celebración ayer del Día Mundial de los Océanos. Un acto que agradecieron ayer el director de la Loro Parque Fundación, Javier Almunia, y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y de la Universidad de La Laguna (ULL) en el acto de conmemoración del Día Mundial de los Océanos, organizado por el acuario Poema del Mar y la Fundación Loro Parque, entre otros colaboradores, en el marco de la década de los Océanos declarada por Naciones Unidas (ONU).

«Este año la celebración es más especial porque conseguir este apoyo a una propuesta largamente perseguida por Loro Parque como es la creación de un santuario de biodiversidad marina en la macaronesia. Es una idea con más de 40 años que surgió cuando todavía se cazaban cetáceos en la Macaronesia, una actividad que cesó en 1978», explicó Javier Almunia, director Loro Parque Fundación.

La creación de este santuario busca proteger la treintena de especies de cetáceos que habitan las aguas canarias que sumados a los tros cuatro archipiélago engloban al 84% de las especies de cetáceos que se pueden encontrar en el Atlántico Norte como calderones, cachalotes, delfín mular o zifios. Una de las grandes especies a proteger son los angelotes, en peligro de extinción. A ellas se suma una gran variedad de cefalópodos y especies como el listado o bonito, el patudo, el rabil, la tortuga boba, mantelinas o el caballito de mar.

La declaración realizada por el Parlamento de Canarias recoge «su compromiso con la preservación de la biodiversidad marina invitando a la creación de una gran área marina protegida» para lo que invita «también a los parlamentos de Azores, Madeira y Cabo Verde, así como al Gobierno de Canarias, a promover la creación de áreas marinas protegidas en sus zonas económicas exclusivas y a buscar figuras de colaboración al amparo de la Convención de Especies Migratorias para gestionarlas de manera combinada».

Momento oportuno

Un apoyo institucional que llega tras 32 años de esfuerzo por generar el momento social y político idóneo para dar este paso fundamental para la protección de las especies que habitan o pasan por las aguas de este rincón del Atlántico de una forma real y tangible.

«Muchas zonas anuncian algo parecido desde un punto de vista del marketing pero no tienen acciones enfocadas a una protección real. El objetivo de Loro Parque Fundación es que exista una limitación de las actividades industriales en la zona, que son las más perjudiciales para los cetáceos y que se puedan llevar a cabo controles de la actividades que se desarrollan en aguas internacionales y que afectan a la biodiversidad», añadió Almunia.

El propio Parlamento en su declaración institucional recuerda el artículo 65 de la Convención sobre el Derecho del Mar que establece que «los Estados costeros tienen el derecho y la obligación de garantizar la protección de sus especies de cetáceos». En este sentido subrayan que «la importancia ecológica del gran ecosistema marina de la corriente de Canarias nos obliga a impulsar figuras de protección que preserven la extraordinaria biodiversidad marina que atesora para las futuras generaciones».

La unión de toda la macaronesia es la clave para poder proteger la biodiversidad existente en esta amplia zona del Atlántico emulando al espacio protegido con el que cuenta el archipiélago de Las Galápagos, con menor biodiversidad que la existente en el área macaronésica. Para ello, se deben continuar dados pasos y convertir la declaración institucional en hechos contrastables en defensa del espacio marino.

El director del Instituto Universitario de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria de la ULPGC (IUSA), Antonio Fernández, presente en el acto de inauguración aplaudió este apoyo a la creación de un santuario afirmando que cambiará el paradigma actual .

«Debemos cuidar el ecosistema dentro de un contexto de salud. Cuidarlo para cuidar la salud humana y animal. Hay que apuntar más alto aunque nos quedemos en el camino y buscar las sinergias con los organismos para llevarlo a cabo», apuntó Fernández.

Por su parte, el rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Lluís Serra, destacó las posibilidades que se abren con la economía azul, con el respeto y cuidado del medio ambiente y con la creación de este santuario de biodiversidad en la macaronesia. Unas oportunidades que contarán con al apoyo y empuje de las dos universidades canarias y de sus instituciones científicas dependientes.

«Tenemos la clara vocación de jugar un papel de relevancia internacional en el ámbito de la investigación científica relacionada con el cambio climático y el desarrollo de soluciones innovadoras. Debemos ser eje fundamental de este desarrollo sostenible. Las islas deben jugar un papel fundamental», apostilló Serra.

Crear más zonas libres de sonar

Uno de los primeros pasos para garantizar la seguridad y respeto a la biodiversidad existente en toda el área de la macaronesia debería pasar por la prohibición del uso del sonar en toda esta zona para garantizar la supervivencia de las especies que habitan estas aguas. Una medida que se hizo efectiva en las Islas tras los varamientos masivos de cetáceos en Fuerteventura en 2004 y que los expertos plantean extender a toda la zona para garantizar la preservación. Otra de las medidas, quizás la más polémica, estaría en apoyar la reducción de la velocidad de los barcos y buques que pasan por estas aguas para evitar también colisiones sobre todo con los cetáceos y zifios que habitan las aguas de la macaronesia y para salvaguardar la integridad de las múltiples especies que conforman esta rica biodiversidad.

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