El Consejo Interterritorial de Salud aprobó la Estrategia de Salud Cardiovascular, el primer plan integral contra el conjunto de enfermedades que provocan la mayoría de las muertes en España (son la primera causa, seguida de tumores e infecciones y la segunda causa de hospitalización). El documento pretende conseguir un cambio en la salud cardiovascular mediante un abordaje integral en el que la prevención sea una de las claves, dado que según la OMS el 80% de los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares se pueden evitar con hábitos de vida saludable que incluyen una alimentación variada y equilibrada, ejercicio físico y la ausencia de tabaco o alcohol.
Respecto al alcohol, aunque en el pasado se ha asociado el consumo moderado con un beneficio cardiovascular -por ejemplo, de una copa de vino con la comida-, la Estrategia establece que, teniendo en cuenta los datos a favor y en contra del consumo moderado se concluye que «el posible beneficio cardiovascular es insuficiente para compensar la mortalidad por el conjunto de las otras causas asociadas al consumo» de alcohol.
Por ello, apuesta por «colaborar con los establecimientos de restauración» para promover una dieta mediterránea, como modelo de alimentación cardiosaludable, «sin incluir en ella el consumo de alcohol».
No obstante, Sanidad ha desmentido que pretenda prohibir el vino o la cerveza en los menús, como han difundido algunos medios.