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Piden internamiento psiquiátrico a un joven por intentar matar a su padre en La Laguna

El acusado, con esquizofrenia paranoide y drogadicción, atacó a su progenitor en la zona de Barrio Nuevo

Palacio de Justicia de Santa Cruz de Tenerife. E. D.

Un padre y una madre, abatidos por el dolor, escuchan cómo su hijo le responde a un magistrado que no tiene nada más que decir, tras un juicio en el que se le ha juzgado por intento de homicidio a su progenitor en una vivienda de Barrio Nuevo, en el municipio de La Laguna, en mayo del año pasado. El acusado sufre esquizofrenia paranoide y trastorno disocial de la personalidad (TDP). Pero, además, era consumidor de estupefacientes. La fiscal, Carmen Ávila, solicitó en su escrito de conclusiones una pena de internamiento psiquiátrico de dos años para el implicado, así como otros cuatro de alejamiento de sus familiares. El abogado defensor señaló que los hecho ocurrieron en medio de un brote psicótico, que tenía anuladas la capacidad de conciencia y voluntad, por lo que pidió su absolución y un tratamiento ambulatorio para el implicado.

En el momento en que ocurrieron los hechos, el acusado residía en un piso en Santa Cruz de Tenerife. Para sus padres, la convivencia con el mismo era insoportable, tras varios episodios de agresiones y comportamientos violentos en el domicilio familiar. En una ocasión llegó a golpear a su hermana y otras veces las víctimas fueron sus progenitores. En la capital tinerfeña presuntamente también agredió a unos vecinos de su edificio.

El acusado no seguía de forma adecuada los tratamientos psiquiátricos que le asignaban

Poco después de la medianoche, envió un mensaje de audio al whatsapp de su padre con mensajes amenazantes. Y el destinatario no lo leyó. Poco después, en torno a las tres de la madrugada del 28 de mayo del 2021, tras consumir cannabis, toco en la puerta del domicilio del matrimonio. El padre le abrió y, tras cruzar algunas palabras, ambos se fueron a acostar. Minutos después, el implicado abrió la puerta del dormitorio de sus padres y se dirigió a donde se hallaba la víctima. Le recriminó el contenido de un supuesto vídeo, que no existía o del que el afectado desconocía su existencia. Y, segundos después, le propinó lesiones de arma blanca en un lateral del abdomen, en los dos hombros y en la cabeza. Utilizó una navaja de grandes dimensiones, aunque las heridas no fueron profundas, por lo que la vida del perjudicado nunca corrió peligro.

Atemorizada por la escena que presenciaba, la madre, que ya se había puesto en pie, le gritó: «¡no eres un asesino!». Según dijeron ambos testigos directos, ese mensaje provocó en el presunto autor del hecho un cambio radical de comportamiento. Dejó de tener una expresión violenta, tiró la navaja sobre una silla con toallas y huyó del lugar de los hechos.

De forma inmediata, su madre avisó a las fuerzas de seguridad y los servicios de emergencias. Policías nacionales lo encontraron en un aparcamiento próximo. Estaba desorientado, pero se comportó de forma tranquila con los agentes, pero, al hablar, «se sentía amenazado y que conspiraban contra él», aclaró uno de los funcionarios de la Comisaría de La Laguna. Después fue llevado al centro de salud de San Benito y, a continuación, al Hospital Universitario de Canarias (HUC), donde quedó ingresado en el área de Psiquiatría.

En el juicio celebrado ayer quedó claro que, ante los diferentes tratamientos psiquiátricos que le han diagnosticado, el acusado no tomaba la medicación prescrita total o parcialmente pasados unos días o semanas. Además, la situación se complicó al consumir estupefacientes.

Uno de los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal explicó que, en el momento en que valoró al presunto autor, no tenía suficiente capacidad para seguir, por si solo, un tratamiento psiquiátrico ni los controles periódicos con el personal sanitario. Y, además, dicho especialista manifestó que, desde su punto de vista, tampoco posee suficiente consciencia de la patología psiquiátrica que sufre. El citado médico forense aclaró que así lo apreció tras valorarlo y en función de su historial de abandono de la ingesta de los fármacos que le recetan. El psiquiatra que lo trata en Tenerife II aclaró que, en los últimos cuatro meses, ha mejorado mucho, pero explicó que todavía no está preparado para llevar una vida fuera de un centro de internamiento sin seguimiento de otras personas.

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