El consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Blas Trujillo y el director del Servicio Canario de Salud (SCS) Conrado Domínguez analizaron este lunes la evolución de las listas de espera del sistema sanitario de Canarias del último año. El balance, que se envía de forma semestral al Ministerio de Sanidad, evidencia que la actividad sanitaria repuntó de forma considerable durante los meses en los que caía la incidencia de la covid-19 en las islas y se frenó coincidiendo con las olas de contagios, sobre todo con la quinta ola que sacudió las islas en los meses de julio y agosto del año pasado. Esta inestabilidad de la pandemia llevó a que el descenso no fuese mayor del esperado.
Canarias cerró el pasado año con 30.702 canarios pendientes de una intervención quirúrgica, de los que 7.846 suman más de seis meses de espera. Se incrementó en 6.207 personas respecto a 2020, un 25 % en un año.
Las islas registraron el año pasado 91.542 intervenciones quirúrgicas lo que supone un 15% más con respecto al mismo periodo de 2020. «Señala con claridad lo que ha significado el Plan Aborda con la contratación de 1.500 profesionales para paliar los efectos de la pandemia en el sistema sanitario», apuntó Trujillo. Con este dato, Canarias se quedó cerca de igualar las intervenciones realizadas en 2019, el año previo a la pandemia, que anotó 94.805 intervenciones quirúrgicas. Esto supone un 9,2% menos de intervenciones que las realizadas en el año antes del estallido de la covid-19.
En este sentido, el aumento de la actividad quirúrgica fue mayor en los centros de titularidad pública con un aumento del 16.4% (pasando de 57.929 a 68.035 el año pasado). El incremento de las intervenciones realizadas en los centros concertados se incrementó un 8,6% pasando de 21.600 en 2020 a 23.500 el año pasado. Esta actividad aumentó tanto en la jornada ordinaria como fuera de jornada habitual, la asociada al Plan Aborda 2021-2023, de reducción de listas de espera. Este aumento de la actividad también se ha visto en las consultas y las pruebas diagnósticas. Así, durante 2021 se realizaron 1.101.830 pruebas diagnósticas lo que representa un incremento del 17,7% respecto al año anterior, el 12% fue actividad realizada dentro de la programación del Plan de Aborda. En total, se realizaron 165.521 pruebas más que en 2020. A pesar de este incremento de la actividad, que se ha traducido en más pruebas realizadas en todas las modalidades, la lista de espera de pruebas diagnósticas se situó a 31 de diciembre de 2021 en 24.249 pacientes.
Tiempo de demora
Domínguez, señaló que la demora media interanual para ser intervenido se ha reducido en 6,3 días, pasando de los 150,5 del año pasado a los 144,2 días actuales. No obstante, la mediana -que es el dato estadístico que refleja que la mitad de los pacientes pendientes de una intervención quirúrgica esperan ese número de días o menos- se sitúa en 89 días; lo que implica que la mitad de los pacientes tardan menos de 89 días en ser operados. Asimismo, explicaron que en 2021 los profesionales de los hospitales del SCS realizaron un total de 4.222.270 consultas lo que supone un incremento del 11,55% respecto al mismo periodo de 2020, de las que 73.702 se realizaron fuera de jornada habitual. Respecto al tipo de prestación, las primeras consultas y las sucesivas se incrementaron un 12,9% y 10,9% respectivamente.
Domínguez afirmó que en el balance de entradas y salidas de la lista de espera, el incremento de actividad no ha sido suficiente para paliar la demanda de consultas que se ha incrementado un 11,37 situándose en 116.561 las personas en lista de espera de consultas a 31 de diciembre de 2021. Sin embargo, señaló que lo destacable es que la lista de espera de consultas baja un 17,56% respecto a 2019, lo cual demuestra la alta demanda que originó la ralentización de la actividad hospitalaria en 2020 debido a la aparición de la Covid y a los meses de confinamiento.
El director del SCS apuntó que la demora media para una consulta con el especialista, disminuyó en 15,78 días, situándose en 117,76 días. A fecha de diciembre de 2021, casi el 70% de la lista de espera de consulta la conforma 5 especialidades: oftalmología, dermatología, traumatología, rehabilitación y otorrinolaringología
Ante el éxito del Plan Aborda, que ha conseguido minimizar el daño causado por la covid-19 a la sanidad pública , se tomaran nuevas medidas para bajar las listas de espera. Así, se seguirá potenciando el distrito único de atención que permita resolver el problema de salud de un paciente en cualquier centro independientemente del hospital al que pertenezca; continuar con el Plan Demora enfocado también para los pacientes que más tiempo están esperando y el Plan Verano para reforzar el sistema durante el periodo estival. Se sumará el impulso a la consulta de alta resolución, es decir que el paciente pase consulta y se le realicen las pruebas necesarias el mismo día, y la priorización de las listas de espera teniendo en cuenta otras factores más allá de la patología o dolencia del paciente, como pueden ser los sociales.
El objetivo final que se han marcado es acabar el presente año con un descenso del 30% de las listas de espera en el Servicio Canario de Salud (SCS), llevar la demora media por debajo de los 90 días y en el caso de pacientes oncológicos que esta demora no supere los 30 días.
Más contratación de personal
Durante el análisis de los datos el consejero de Sanidad, Blas Trujillo, y el director del Servicio Canario de Salud (SCS) adelantaron la contratación de unos 1.500 profesionales sanitarios para mantener la reducción de las listas de espera quirúrgica, de las consultas y de las pruebas diagnósticas. La idea es seguir reduciendo el impacto de la Covid-19 en la sanidad canaria. Estas nuevas contrataciones se realizarán en mayo una vez finalicen los especialistas su periodo de residencia, con la idea de que arraiguen y se queden en las islas. El objetivo es sumar más esfuerzos para reducir las listas de espera quirúrgicas, para pruebas diagnósticas y para consultas con especialistas. A ellos se sumarían la contratación de personal de Enfermería, en este caso se tendrían en cuenta tanto la evolución de la pandemia y del plan de vacunación como las necesidades de las distintas áreas para reforzar las que más necesidad tengan de personal. «Pueden ser 1.500 o 1.300 profesionales más, depende de las necesidades del sistema. Hay más de 7.000 profesionales más de los que habían antes de la pandemia», subrayó Domínguez