La colaboración de Fundación Cepsa con ONG, asociaciones, universidades y otras fundaciones del Archipiélago ha permitido que 18.761 canarios disfrutaran de forma directa - y otros 58.000 de manera indirecta- de una nueva posibilidad de progreso en su vida. La fundación se ha centrado en esta ocasión en tres ramas específicas: la social, la medioambiental y la científica-educativa, impulsando casi cuarenta proyectos de distinta índole en las Islas.
La erupción volcánica de La Palma, la migración o la salud mental han sido algunas de las líneas de ayuda más destacadas en los proyectos en los que la Fundación Cepsa ha puesto este año su granito de arena. Para llevar a cabo estas colaboraciones, la fundación - que está en marcha esde el año 2016- destinó en Canarias un total de 302.722 euros en ayudas directas a distintas instituciones. Como en otros años, los proyectos se centraron en las acciones sociales, calificada por la propia Machado como la línea de actuación "más fuerte" de la fundación. Un total de 26 proyectos estuvieron destinados a favorecer el bienestar de diferentes colectivos y fomentar unos hábitos de vida saludables, otros siete estuvieron dedicados al medioambiente y cuatro a servicios científico-educativos.
La erupción volcánica de La Palma, la migración o la salud mental han sido las líneas de colaboración más destacadas
Destacan entre estas acciones aquellas destinadas a lograr el acceso de productos de primera necesidad para los canarios en situación de vulnerabilidad. Así, Cepsa ha contribuido al refuerzo del Banco de Alimentos a través de una donación de 16 toneladas de producto o la entrega de tarjetas de combustible a 53 ONG para colaborar en el traslado de alimentos y otros productos relacionados con la pandemia. La fundación, junto al Club Baloncesto Santa Cruz, también se ha volcado en la inclusión de los jóvenes a través de las escuelas infantiles, así como en la creación de una nueva acción para fomentar la diversidad y la inclusión entre los más jóvenes a través de charlas sobre diferentes aspectos, como la experiencia de menores migrantes africanos, de deportistas con diversidad funcional, además de ahondar en la presencia de la mujer en el deporte.
Otra de las intervenciones sociales más relevantes del año pasado vino de la mano de la firma de un acuerdo con el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, a través del Instituto Municipal de Atención Social (IMAS), para impulsar ocho programas centrados en mejorar la calidad de vida de los sectores más desfavorecidos de la capital tinerfeña. Esto permitió a un total de 6.179 vecinos del municipio capitalino se beneficiaran de manera directa de iniciativas dirigidas a la transformación psicosocial, el acceso a productos de primera necesidad, los mayores, la promoción de actividades para personas con diversidad funcional o la atención a menores de familias vulnerables.
Este año han cobrado especial relevancia también las acciones destinadas a cubrir necesidades en la emergencia volcánica en La Palma. La Fundación se volcó, junto a Cruz Roja, en un proyecto de intervención psicosocial para ayudar a 190 afectados por la erupción del volcán, en colaboración con Cruz Roja. Esta última entidad, además, fue una de las seis galardonadas en los Premios al Valor Social, por desarrollar el proyecto SOS La Palma, centrado en cubrir las necesidades de las personas que se encuentran en situación de extrema vulnerabilidad o de exclusión social por la erupción del volcán.
La fundación colabora en la atención psicosocial de 190 afectados por el volcán
Asimismo, se desarrollaron siete proyectos medioambientales, centrados en la conservación de la biodiversidad, la rehabilitación del patrimonio natural y la educación y concienciación medioambiental. Entre estas acciones se encuentra la recuperación del Parque de Las Mesas, en Santa Cruz de Tenerife, en colaboración con el Ayuntamiento de la capital tinerfeña, a través de la Fundación Santa Cruz Sostenible y expertos de la Universidad de La Laguna. Con dicha acción se apuesta por rehabilitar y reforestar este entorno, tras hacer un inventario del patrimonio natural y vegetal, además de devolverle su uso público. En total, con la ayuda de 30 alumnos del IES Sobradillo se han plantado 800 árboles en el entorno.
En este sentido, la entidad ha participado en la elaboración de un estudio de la Universidad de La Laguna, pionero en su ámbito en las islas, dirigido a conocer el impacto de los microplásticos en los sedimentos de los fondos marinos de Canarias. El estudio denominado Achem, ha encontrado, en general, "presencia de fragmentos de muchos textiles", una información valiosa para entender el estado de los mares de Canarias.
Para el futuro, el objetivo de la fundación es conseguir consolidar estas líneas de actuación con "proyectos que tengan una continuidad en el tiempo", de modo que se logre "una progresión social", como argumentó Belén Machado. Desde la adaptación de servicios para las personas con discapacidad hasta la integración social de los migrantes, pasando por el cuidado del medioambiente y el impulso de la ciencia. "Nuestro objetivo es consolidar, concretar y ganar calidad", resaltó el responsable de Relaciones Corporativas de Cepsa en Andalucía y Canarias, Jesús Velasco. La fundación desea en los próximos años continuar financiando "proyectos de éxito comprometidos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible", en las actividades que puedan llegar a más personas y con el reto de conseguir dotarlos cada vez de más calidad. Por esta razón, para los próximos años mantendrán iniciativas consolidadas como los Premios al Valor Social, la Cátedra Fundación Cepsa de Transición Ecológica e Innovación de la ULL y la iniciativa de repoblación ecológica del Parque de Las Mesas.