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JUICIO POR DELITO DE ODIO

Primera condena en la Audiencia por llamar «maricones» a una pareja homosexual en Güímar

El implicado deberá indemnizar a las víctimas con 3.000 euros y pagar una multa de 540

Palacio de Justicia de Santa Cruz de Tenerife E. D.

La Sección II de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife dictó en la jornada de ayer una sentencia de conformidad, en la que se condena a un hombre de 42 años acusado de un delito de odio por motivo de la orientación sexual de los afectados y que fue cometido en la localidad de El Puertito de Güímar. Este caso se inició a raíz de que el citado individuo llamó «maricones» en diferentes ocasiones a una pareja de homosexuales, con el ánimo de degradar y menospreciar a los mismos.

Según las fuentes consultadas, esta es la primera resolución de la Audiencia Provincial por dicha circunstancia. Cabe recordar que las víctimas presentaron una denuncia contra dos varones por el mencionado motivo, pero uno de ellos falleció hace varios meses. Tres magistrados impusieron al acusado, A.F., que trabajaba en un establecimiento del citado pueblo, una pena de seis meses de prisión, multa de seis meses con una cuota diaria de tres euros (540 euros), prohibición de acercarse a los afectados a menos de cien metros y a pagar una indemnización por daños morales de 3.000 euros en total, de los que 2.000 serán para el principal perjudicado y el resto para el otro afectado.

En el texto de la sentencia, al que tuvo acceso EL DÍA y que es firme en base a la conformidad entre las partes, se aclara que al ya condenado se le aplica la suspensión de la ejecución de la pena de cárcel durante dos años, con la condición de que no cometa otros delitos en el mencionado periodo y que se someta a cursos para no discriminar a personas.

En este caso, la acusación pública fue ejercida por la fiscal Enriqueta de Armas, mientras que la acusación particular la realizó la abogada tinerfeña Patricia Garrocho, que coincidieron en que los hechos constituyeron un delito de incitación al odio por orientación sexual previsto y penado en el artículo 510.2 del Código Penal. A raíz de la denuncia interpuesta por las víctimas, el asunto fue instruido por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Güímar.

La pareja de homosexuales reside, desde hace más de cuatro años, en una vivienda junto a un negocio de restauración en El Puertito de Güímar. Y el ahora condenado trabajaba en el momento de los hechos como empleado del citado establecimiento. En la sentencia se recoge que, «guiado por el ánimo de degradar y menospreciar a los mismos por su condición de homosexuales, ha venido profiriendo, de forma continuada y pública, y en voz alta, todo tipo de expresiones contra los mismos, tales como ahí viven los maricones de El Puertito, esta es la casa de los maricones de El Puertito» o «le daría una paliza a los maricones». Además, llegó a realizar gestos obscenos, tocándose sus genitales y pidiéndoles «que se la chupen», indica la sentencia.

El 4 de mayo del 2018, el acusado comenzó a increpar a uno de los afectados con las palabras: «no me mires, payaso, maricón de mierda». Y el 26 de octubre del 2019 el vehículo de una de las víctimas apareció con arañazos con forma de pene.

Uno de los denunciantes, Jorge Machado Bouza, realizó grabaciones de algunas situaciones por las que pasó. En una de ellas se aprecia que el hoy condenado le dice: «ya no estás contenta, cuando bebes y viene la familia, se pone loca; payaso, te doy un tortazo que te hago hombre; las teclitas te las metes en el culo; te meto un fogonazo que te hago hombre, ponte a mirarme, qué le pasa, que está colocada, te meto un taponazo...».

A raíz de los hechos anteriores, según el texto judicial, «se ha creado un entorno intimidatorio, hostil, degradante», tanto para Jorge como para su pareja sentimental, Ángel Paz Linares, alterándose gravemente, de esta manera, el desarrollo de su vida cotidiana».

Si no se hubiera llegado a la conformidad entre las partes, la fiscal Enriqueta de Armas y la acusación particular hubieran solicitado para el acusado la mayor pena posible, que asciende a seis años de prisión. La letrada de los denunciantes, Patricia Garrocho, mostró ayer su satisfacción por la sentencia condenatoria y consideró que «se ha hecho justicia» con las víctimas. Desde su punto de vista, esta resolución de la Audiencia Provincial contribuirá a que otras personas que pasan por la misma situación que Jorge Machado y Ángel Paz Linares se animen a denunciar a quienes cometen delitos de odio por la orientación sexual de los afectados o afectadas.

Jorge Machado Bouza afirmó: «Hoy se ha celebrado por fin nuestro juicio por delito de odio por orientación sexual; ha sido un largo recorrido para demostrar que los insultos, ofensas, agresiones, vejaciones, que se iniciaron en 2017, cuando nos fuimos a vivir a El Puertito de Güímar, causan sufrimiento a aquellos que, por ser homosexuales, lo padecen a diario en sus vidas». Ángel Paz Linares dijo que ahora «sientes alivio, tranquilidad, de que la sociedad no acepta estas conductas, donde se ofende, maltrata, lesiona la dignidad humana». Aclara que «nuestra sociedad se debe basar en el respeto y la aceptación de las personas, con independencia de su condición sexual»

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