La palabra kiki se escribe en japonés con dos ideogramas diferentes. El primer ki 危significa peligro o temor, mientras el segundo ki 機 puede traducirse como oportunidad o resurgir. Así, apoyados en su profunda tradición, los nipones entienden que una crisis puede conducirnos a dos resultados diametralmente opuestos. Si nos concentramos solamente en el peligro, o bien nos dejamos llevar por el miedo, el resultado será negativo. Pero si la vemos como una oportunidad, si aprendemos de las causas que originaron esa crisis, la adversidad se transformará en un hecho positivo.

Asimilando este principio, abre sus puertas en la capital tinerfeña el restaurante japonés Kiki, un local situado en los bajos del hotel Urban Anaga, en la calle Imeldo Serís, número 19, que además de su privilegiada ubicación, en el mismo corazón de la ciudad, brinda un interior que responde a los cánones del diseño de aquel país oriental: sencillez y minimalismo. Frente al bullicio del exterior, allí todo se mueve de manera más pausada y el ambiente se convierte en otro ingrediente confortable. Y ese cuidado de la estética, del detalle, toda esa delicadeza, también se refleja en el personal, en los productos y las técnicas, mezcla capaz de dar vida y color a una exquisita gastronomía de fusión.

Los impulsores de esta propuesta culinaria se muestran convencidos de la necesidad de contar con esta alternativa en Santa Cruz. Y lo afirman quienes ya atesoran conocimientos y una dilatada experiencia en el oficio, además de prestigio. Es el caso del reconocido Lolo Crusellas, director de sala, acompañado por un joven talento como Efraín en el papel de sumiller; el rigor de Catarina en las labores de maitre; la magia de Junior en la creación de cócteles y combinados, más la depurada técnica del jefe de cocina Berni Gutiérrez y el sushiman Jorge Villarroel, imprescindible factor humano.

Un divertido vermú de la casa despierta el paladar y en el pase a la mesa –vajilla japonesa fusionada con artesanía local– se sucede el caudal de sabores: takoyaki de pulpo con mahonesa de chiplote y maridaje de Viñátigo, gual blanco; bandeja con deliciosos cortes de sashimis de pescados como alfonsiño en su espina, pulpo, atún, calamar, salmón...; nigiris de toro y un Palo Blanco de Envínate; ensalada con tataki de atún y una curiosa ginebra obra de Junior; delicados usuzukuris de ventresca más sorbos de sake; exquisito cangrejo real, gambas en tempura...

Para tocar el corazón no se precisa contacto físico, y despertar pasiones y emociones tampoco requiere más que corazón.

(Servicio de lunes a sábado, en horario de 13:00 a 16:00 y de 20:00 a 22:00; tfno.: 922096437).