Emmasa renueva su compromiso con el ahorro y la eficiencia energética
La compañía ha obtenido por tercer año consecutivo el certificado de gestión energética ISO 50001, que avala la eficiencia del ciclo integral del agua
La Empresa Mixta de Aguas de Santa Cruz de Tenerife (Emmasa), integrada en el Grupo Sacyr, ha renovado por tercer año consecutivo su compromiso con el ahorro y la eficiencia energética, a través de la certificación que avala la gestión eficiente del ciclo integral del agua del municipio.
La captación del agua, desalación, depuración, almacenamiento, distribución y control, así como el mantenimiento de la red de alcantarillado que recorre todo Santa Cruz de Tenerife son algunos de los aspectos auditados a través de la norma internacional ISO 50001, que valora no solo la eficiencia, sino la seguridad y el ahorro energético en la actividad de la empresa.
En esta línea y durante este último año, la compañía ha logrado evitar la emisión a la atmósfera de 35.080 toneladas de CO2, el equivalente a los gases emitidos por 10.000 coches. Esto ha sido posible gracias a la optimización de los sistemas de iluminación de todas las instalaciones de Emmasa y la dotación de programas de gestión de datos para las distintas actuaciones de mantenimiento de las redes de saneamiento y abasto, facilitando estrategias de ahorro de energía, reactivos y residuos.
Entre las acciones más destacables para mantener los estándares de calidad del servicio y continuar avanzando en eficiencia, Emmasa ha instalado, en los últimos años, plantas de energía fotovoltaica destinadas al autoconsumo en sus oficinas centrales de Emmasa, en las estaciones de bombeo de Barranco Grande y del polígono de Ofra, así como en la Estación de Depuración de Aguas Residuales de Buenos Aires.
Con esta última renovación del certificado de eficiencia energética ISO 50001, Emmasa revalida su apuesta por seguir desarrollando un trabajo sistemático que redunde en el ahorro de energía y reduzca las tasas de emisión de gases efecto invernadero, contribuyendo, a su vez, a la protección del clima y el medio ambiente.
La reducción de los gases de efecto invernadero es posible incorporando en el día a día de grandes empresas y ciudadanos hábitos que contribuyan a la eficiencia energética y el cuidado medioambiental como por ejemplo priorizar los desplazamientos en transporte público, apagar aparatos electrónicos que no utilicemos habitualmente o aprovechar la luz natural.
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