La tormenta tropical Delta, que afectó a Canarias el 28 y el 29 de noviembre de 2005, hace ahora 15 años, se ha asociado a uno de los efectos del cambio climático y el calentamiento de la atmósfera desde el primer momento. Por la mañana de la primera jornada se registraron vientos de hasta 152 kilómetros por hora en La Palma, que equivalen a un huracán de fuerza 1 en la escala Safir Simpson. Y, ya por la tarde, afectó a Tenerife con ráfagas de 140 kilómetros por hora en diversos enclaves del Sur de la Isla y que llegaron en algunos momentos hasta los 219 km/h.

Ni los ciudadanos ni muchas estructuras estaban preparadas para soportar esa fuerza de la naturaleza y supuso un aviso serio de los efectos que puede generar la elevación de la temperatura en la atmósfera y en el mar. Ocurrió poco más de tres años después de las grandes lluvias y la riada que afectó a Santa Cruz de Tenerife, donde hubo ocho personas fallecidas y considerables daños materiales de diferentes características.

El Delta inició su andadura en el Golfo de Guinea y giró hacia el Norte, en vez de dirigirse hacia el Oeste. Se estabilizó cerca de las Islas Azores y, en vez de desplazarse hacia América, se orientó hacia el Este. Según algunos expertos, cuando se inició la temperatura de las aguas del Atlántico era más elevada de lo habitual. La temporada de huracanes del 2005 en el Atlántico Norte marcó un hito histórico por su hiperactividad, de modo que nunca antes se había registrado un número tan grande de ciclones tropicales. Hasta tal punto fue así que se agotaron los nombres contenidos en la lista correspondiente y hubo que utilizar seis nombres más del alfabeto griego, de forma concreta: alpha, beta, gamma, delta, épsilon y zeta).

Pico de intensidad

Según publicó en su momento Cazatormentas, una página especializada para aficionados a la meteorología, en la jornada el 27 de noviembre fue el momento en que Delta alcanzó su pico de intensidad. En base a los datos publicados por el Centro Nacional de Huracanes de Miami, en dicha jornada llegó a tener 980 hPa (unidades de presión atmosférica).

Después entró en un proceso de supuesto debilitamiento progresivo, justo hasta el momento en que llegó al Archipiélago canario. Sin embargo, por la entrada de aire frío en el sistema, su migración por aguas frías y por un incremento de la cizalladura vertical del viento, Delta sufrió un nuevo proceso de intensificación, ya como ciclón subtropical.

Por la mañana del 28 de noviembre comenzaron a notarse sus efectos en La Palma y El Hierro. Horas después, ya por la tarde, llegó a Tenerife, donde sus efectos fueron los más devastadores, al menos desde el punto de vista de los daños materiales. En la isla de Fuerteventura murió un hombre al ser desplazado al vacío por el viento y se estima que seis migrantes fallecieron al volcar la patera en la que se hallaban a unos 200 kilómetros al Sur de Gran Canaria.

El mes anterior al Delta, en octubre del 2005, se produjo otro fenómeno atípico hasta ese momento: la tormenta tropical Vince tocó las costas de España y Portugal. Según manifestó recientemente a EL DÍA Pedro Dorta, investigador de la Cátedra Universitaria de Reducción del riesgo de desastres y ciudades resilientes de la Universidad de La Laguna (ULL), al Delta se le considera “el décimo fenómeno que ha generado consecuencias económicas más graves en toda España desde que se tienen registros”.

Cada vez más frecuentes

Lo que más preocupa a los científicos es que cada vez son más frecuentes los fenómenos que años atrás se consumaban como hechos aislados. Dicho especialista recuerda que, “usualmente, las trayectorias de los ciclones han estado acotadas a la mitad occidental del Atlántico, pero también se aprecia una tendencia a que la formación de ciclones también se dirija hacia la parte más oriental del citado océano, cerca de la Macaronesia (Azores, Madeira, Canarias y Cabo Verde)”. El oceanógrafo Aridane González, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), en las últimas décadas se detecta la progresiva modificación del régimen de vientos, que muestra un “preocupante” acercamiento de las trayectorias hacia el Archipiélago canario.

Varios artículos de investigación afirman que la región macaronésica es posible que sufra un cambio en su dinámica atmosférica, como consecuencia del aumento de la temperatura en los océanos. Muchos estudios estiman que el cambio en Canarias será considerable, puesto que “el ascenso térmico de la superficie oceánica” se va a situación en dos grados por siglo. Según los citados expertos en cambio climático, en Canarias “no hay planes de adaptación serios”, lo que puede aumentar el riesgo de que uno de esos fenómenos impacte de lleno y tenga consecuencias graves”.

Dorta comenta que en el Archipiélago “hay una gran exposición en los espacios costeros” ante este tipo de situaciones, a pesar de que, en general, las Islas Canarias son altas, es decir, que no se dan las mismas circunstancias de Bahamas, por ejemplo, “donde estos fenómenos arrasan”.

Cecilia Carballo, de Greenpeace España, “no hay consenso científico sobre el incremento de huracanes debido al cambio climático”. “Sin embargo, sí que hay una relación entre el calentamiento global y la intensidad y comportamiento de los huracanes”, señala. Para Carballo, los huracanes no existen por el cambio climático, pero este sí que explica los cambios en sus patrones, como por ejemplo, la frecuencia, intensidad y recurrencia.

Chubascos fuertes hoy en varias Islas

Para este lunes está previsto que haya chubascos fuertes en La Palma, La Gomera y el Suroeste de Tenerife y Gran Canaria. Además, se contempla la persistencia de precipitaciones en La Palma. Los avisos de fenómenos costeros se han lanzado para todas las islas. También se prevé que haya rachas de viento del Suroeste de 80 kilómetros por hora en las zonas altas de La Palma, Tenerife y Gran Canaria. Durante la jornada de ayer se registraron lluvias de diferente intensidad, sobre todo en La Palma, La Gomera, El Hierro, Tenerife y Gran Canaria. En las cumbres de La Gomera llegaron a registrarse 40 litros por metro cuadrado, así como 25 en la zona norte de dicha Isla. En El Hierro llegó a caer 42 litros por metro cuadrado en la zona Este. Al Noreste de Tenerife se contabilizaron 34, la misma máxima que al Noreste de Gran Canaria. En la zona de Barlovento, en La Palma se registraron 24 litros por metro cuadrado. | E.D.