Las restricciones provocadas por la pandemia han derivado en un fuerte aumento del consumo en el hogar, especialmente en las categorías de indulgencia o de capricho, en las que el gasto creció en 2.200 millones de euros durante las semanas de confinamiento y con España como líder a nivel europeo.

Así lo refleja un estudio publicado este viernes por la consultora IRI que compara las cifras de ventas de alcohol, aperitivos salados, dulces y chocolates en siete países europeos (Alemania, Francia, España, Grecia, Italia, Países Bajos y Reino Unido).

Esos 2.200 millones de euros de gasto adicional equivalen a un incremento del 12% respecto al mismo período de 2019, de acuerdo con sus autores, que apuntan a que España encabezó la estadística con una subida muy superior a la media, del 21%.

De hecho, sólo el Reino Unido se acerca a ese aumento (+19%), muy por encima del 6% de crecimiento en Alemania y los ligeros repuntes de Francia e Italia.

"A medida que los hogares se convirtieron en el refugio de las personas durante el confinamiento, se hizo fundamental encontrar formas de hacer frente a la situación, recreando reuniones sociales de forma virtual o con nuevos hábitos. Cuando la gente se queda en casa se siente aún más tentada a darse un capricho", ha explicado la vicepresidenta de Marketing para Europa de IRI, Anne Lefranc.

Ejemplo de ello fue el auge del vino, con España como el país con mayor crecimiento de ventas durante el confinamiento con un incremento del 17% respecto al mismo período del ejercicio anterior.

Los responsables del informe apuntan como dato llamativo la fuerte caída del champán en Francia (-51%), asociada a la cancelación de celebraciones y actividades promocionales por la Covid-19.

También encabeza España la subida del gasto en aperitivos salados, con un crecimiento del 28%, y en general a nivel europeo se registraron aumentos en algunos tipos de bebidas espirituosas vinculadas con el "momento aperitivo".

Igualmente al alza evolucionaron las ventas de tabletas de chocolate, con España (+39%) sólo superada por Francia (+40%) en un contexto marcado por el 'boom' de la repostería casera.

El caso español es especialmente singular en la categoría de dulces y golosinas, cuyas ventas repuntaron un 2% gracias sobre todo a los productos dirigidos al público infantil, como las gominolas, que se dispararon casi un 38%.

El dato contrasta con las caídas generalizadas en el resto de países europeos, una bajada asociada a que "el consumo de caramelos para adultos, como los chicles, está relacionado con el trabajo en oficinas" y se vieron afectadas por el teletrabajo, según los especialistas de IRI.

Otros estudios de mercado publicados durante los últimos meses confirman el crecimiento del consumo en el hogar ante el desplome del realizado en bares y restaurantes, lo que ha provocado que sectores como el de los espirituosos, la cerveza o el vino se vean perjudicados ya que la hostelería era su principal canal de ventas, con un margen de beneficio además muy superior.