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El refuerzo para Salvamento queda en solo un tripulante más por barco

Ábalos sube de tres a cuatro el número de navegantes por buque | El ministro desmiente la descoordinación en el Gobierno central

Muchos agradecimientos y aplausos, pero pocos refuerzos para que Salvamento Marítimo haga frente a la crisis migratoria en Canarias. El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, aterrizó ayer Gran Canaria para anunciar medidas de apoyo a la entidad pública en estos momentos de mayor flujo migratorio tras las reivindicaciones de sus propios trabajadores. Aunque la visita prometía grandes mejoras para la situación “insostenible” de los responsables de los rescates de miles de vidas en alta mar, el ministro ofreció pocas novedades. Un tripulante más en cada embarcación de intervención rápida, fue la medida estrella de un plan que pretende “aliviar el estrés de los empleados y favorecer las tareas de salvamento”.

El Gobierno ha autorizado la ampliación del cupo de gasto adjudicado a Salvamento Marítimo. Por lo que, en lugar de tres por barco, ahora serán cuatro los tripulantes encargados de recoger –varias veces al día– a los migrantes de las pateras y cayucos que se acercan a las costas canarias. Los trabajadores llevan semanas esperando respuestas del Estado tras confesarse “completamente desbordados”, según explica el delegado sindical de CGT de la entidad pública, Ismael Furió. Según el sindicato, el problema siempre ha estado en la falta de personal, no en la falta de embarcaciones o medios físicos.

Aún así, Ábalos aprovechó la visita para subrayar que, a raíz de las crisis, se han ampliado los medios de Salvamento Marítimo en las Islas. Hay desplegados: “dos helicópteros, un avión, tres guardamares –normalmente solo había una, la Talía, a las que se han sumado Polimnia y Concepción Arenal–, y diez embarcaciones de intervención rápida, salvamares”.

La visita al Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo (CCS) de Las Palmas acompañado por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá; el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres; y el delegado del Gobierno en el Archipiélago, Anselmo Pestana, sirvió al titular de Transportes y número dos del PSOE para desmentir los problemas de descoordinación en la gestión de la crisis migratoria y defender a la figura del mando único, en el que confluyen los cuerpos de seguridad del Estado, Frontex y Salvament Marítimo. Un mando que desde el repunte migratorio no ha dejado de recibir quejar por parte de los tripulantes de las Salvamar.

Para evidenciarlo, Ábalos agradeció a Escrivá su presencia en la visita al CCS a pesar de que “no fuera un área de su competencia”; un mensaje para su compañero del Consejo de Ministros que no milita en el partido socialista ni en Podemos y que en los últimos días, a medida que la llegada de cayucos ha ido en aumento, no ha escondido sus críticas hacia la política de Interior de convertir a las Islas en un tapón que impida la llegada de migrantes a Europa. Ello cuando no existe en estos mometos en el Archipiélago una red de centros que permite el acogimiento y sus ruegos a la titular de Defensa para que cediera acuartelamientos cayeron en saco roto durante meses.

Escrivá salió escaldado en su última visita a las Islas, a principios de octubre, y apuntando a sus compañeros como los causantes del desaguidado que se estaba formando en las Islas. Del que ya avisaban informes internos de la Policía –es decir, el Ministerio de Interior– desde hace un año.

Más allá de las posiciones políticas, Ábalos aprovechó para agradecer la labor de los trabajadores de Salvamento Marítimo y recordar los peligros a los que se enfrentan diariamente por la “extraordinaria dimensión de la zona de rescate española y los graves riesgos que presenta el Atlántico”.

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