Argentina se alista para el lanzamiento del satélite Saocom 1B, que se realizará a finales de este mes desde una plataforma de SpaceX en Estados Unidos, un hito tecnológico que hasta ha tenido que sortear los desafíos que plantea la pandemia del Covid-19.

"Tener un satélite de estas características nos posiciona en el tope de gama de las agencias espaciales que tienen satélites con instrumentos de radar", dijo Raúl Kulichevsky, director ejecutivo de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) de Argentina y que ya se encuentra en Estados Unidos para el lanzamiento desde Cabo Cañaveral.

Argentina comenzó a trabajar hace una década en la misión Saocom, con dos satélites que llevan un radar de apertura sintética de banda L, una tecnología que tienen apenas un puñado de países "que se cuentan con los dedos de una mano", destacó Kulichevsky.

El Saocom 1A comenzó a construirse en 2013 y se lanzó en octubre de 2018, mientras que el 1B empezó a fabricarse en 2015 e iba a ponerse en órbita en marzo pasado, pero la expansión del coronavirus obligó a posponer el lanzamiento, que finalmente se espera que se concrete entre el 25 y el 27 de este mes.

El Saocom 1B se integrará a la constelación Siage (Sistema Ítalo Argentino para Gestión de Emergencias), formada ya por el Saocom 1A y cuatro satélites Cosmo SkyMed de la Agencia Espacial Italiana. "Tenemos un satélite de primer nivel internacional porque tenemos profesionales de primer nivel internacional", subrayó Kulichevsky.

En Argentina, a nivel público, la información que se obtenga del satélite será aplicada, entre otros usos, a la medición de humedad en los suelos, la detección de hongos en los cultivos, la gestión de emergencias, el control de fronteras y el monitoreo de la pesca ilegal en la Mar Argentino: "Es un satélite de observación de la tierra con múltiples aplicaciones", destacó Kulichevsky.

Argentina no solo intercambiará la información con diversas agencias espaciales del mundo, sino que además habrá una utilización comercial de los datos.